Noticias El Periódico Tarija

MADRID, 16 JUL
A siete meses de la consagración de River Plate como campeón del torneo la Copa Libertadores vuelve a Madrid, escenario donde se dirime un recurso presentado por su clásico rival, Boca Jrs, contra aquella definición.
Reclamo ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) al que pocos le auguran un final auspicioso y que llevó a los máximos dirigentes de ambos equipos a dirimir la cuestión en audiencias que se realizan en la sede de la Liga Española de Fútbol.
Hoy comenzaron esas audiencias derivadas de la apelación «xeneize» por lo sucedido el 24 de noviembre cuando el autobús que trasladaba a su plantel fue agredido por fanáticos «millonarios» camino al estadio «Monumental».
Aquella tarde, algunos jugadores de Boca, incluido el volante Pablo Pérez (quien posiblemente declare mediante una video conferencia), terminaron lesionados y el «Superclásico» debió ser suspendido y posteriormente mudado a Madrid.
Lo decidió la Conmebol al considerar que no estaban dadas las garantías para jugar la revancha del partido que finalizó empatado 2-2 en la «Bombonera» el 11 de noviembre y que terminó disputándose en la capital española el 9 de diciembre.
El Santiago Bernabéu fue el escenario elegido y River finalmente se consagró campeón del torneo continental por cuarta vez en la historia al imponerse 3-1 en tiempo suplementario de un partido que arrancó perdiendo.
Una herida que sigue abierta en los fanáticos de un Boca Jrs que buscaba igualar a Independiente como el equipo más laureado del torneo (con siete coronas), pero terminó sufriendo uno de los peores reveses históricos ante el clásico rival.
River había sido campeón de la Libertadores en 2015 también al mando de Marcelo Gallardo, su actual DT, en una edición en la que Boca Jrs fue sancionado por lo sucedido en la «Bombonera» en la revancha de los octavos de final.
El recordado episodio del gas pimienta, lanzado por un barrabrava «xeneize» conocido como el «Panadero» en la manga inflable por la que los jugadores de River volvían al ruedo en el entretiempo, impidió completar aquel partido.
River apeló ante la Conmebol y lo proclamaron vencedor del duelo, mientras a Boca quedaba eliminado y recibía una sanción de ocho partidos a puertas cerradas que luego la entidad redujo a sólo dos.
Al invertirse los roles tres años después, Boca intentó vengar aquella afrenta y pagarle a sus «vecinos» con la misma moneda, pero finalmente se presentó a jugar la final en Madrid y la perdió.
Sin embargo, no cejó en su intento por resolver la cuestión por la vía administrativa y de allí su apelación ante el TAS que hoy se discute nuevamente en Madrid en audiencias en las que los abogados podrían ser más determinantes que los goleadores.
Boca contrató a un reconocido estudio legal catalán, aunque según anticipan los medios de prensa argentinos la idea no apunta a que revoquen el título que River conquistó en cancha, sino a recibir un resarcimiento y a sentar jurisprudencia.
La idea es que lo compensen con los premios que debió recibir si se hubiese consagrado campeón de la Copa Libertadores y los que no percibió al no participar en la Recopa Sudamericana y en el Mundial de Clubes.
Según el matutino «Clarín», la cifra sería superior a los diez millones de dólares, aunque para saber si Boca los cobrará habrá que esperar al menos hasta fines de septiembre, cuando se expidan los tres integrantes del TAS.
El italiano Massimo Coccia preside el tribunal que evaluará las posiciones de Boca y de River, que propusieron a los otros dos integrantes: el chileno Pablo Arraigada y el suizo András Gurovits, respectivamente.