VALERIA METZELAR/BOLINFO/TARIJA
(elPeriódico- julio- 12- 2019) Bolivia es el octavo país más rico en cuanto a las especies de flora y fauna que engloba una gran diversidad biológica y abarca 205 ecosistemas por las 36 regiones ecológicas o pisos comprendiendo 7 biomasas.
Esta riqueza, ha sido motivo de estudios científicos internacionales al albergar las especies más raras del planeta y al tener aún, tierras vírgenes en las que pueden encontrarse otras especies sin descubrir.
De acuerdo a un estudio realizado por especialistas del bio centro Güembé de Santa Cruz de la Sierra, los bosques de Bolivia alcanzan alrededor del 3,5% de los existentes en todo el mundo, pero en el país se encuentran entre el 45 y 55% de toda la diversidad biológica mundial.
En la fauna está entre los 10 países más diversos en vertebrados, con un aproximado de 3.000 especies, y en cuanto a flora, 40.000 especies de plantas superiores que se encuentran en el territorio boliviano, colocando a Bolivia también, entre los 10 primeros países del mundo con mayor número de especies de plantas, y quinto en América del Sur.
De acuerdo a un informe emitido por la jefa del programa de áreas protegidas de la organización Protección al Medio Ambiente de Tarija (Prometa), en este departamento están registradas 406 especies de fauna, 58 de mamíferos, 241 de aves, 43 de herpetozoos y 64 de peces.
Las reservas de biodiversidad del departamento de Tarija se caracterizan por la presencia de especies que están amenazadas en Bolivia, por lo que se encuentran en el libro rojo de fauna silvestre de invertebrados en la categoría vulnerable: como el jucumari, el puma, el taruca o el venado andino, el jaguar, el taitetú, el mono silvador, la paraba militar, el loro hablador, la pava de monte y otras de aves pequeñas que son raras o se encuentran amenazadas.
La biodiversidad de animales y plantas en Tariquía, es proporcional a la cantidad de nichos ecológicos que ofrece la diversidad de ecosistemas presentes, pudiéndose encontrar especies endémicas(peligro de extinción), de aves como el mirlo de agua (Cinclus schultzii), al pato de las torrenteras (Merganeta armatta), ambas especies solo se encuentran en ríos y arroyos de montaña de aguas muy limpias.
El cóndor de Los Andes (Vultur gryphus), la pava de monte (Penelope dabbenei), el loro alisero (Amazona tucumana) son algunas de las especies de aves que se encuentran en Tariquía y todas estas tiene en común, a excepción del pato de las torrenteras, que se encuentran amenazadas y listadas en el libro rojo de la fauna silvestre de vertebrados de Bolivia, en la categoría “vulnerable” (VU).
Son abundantes las especies de flora que se encuentran en estos bosques, “hacer un listado de todos, nos tomaría días”, solo con referirse a unas cuantas por diversos motivos se encuentran seriamente amenazadas por actividades humanas o en peligro de extinción.
También se encuentran en el libro rojo de la flora amenazada de Bolivia , el cedro (Cedrela angustifolia), el ceibo (Erythrina falcata), el sahuintos (Myrcianthes callicoma y Myrcianthes pseudomato), el duraznillo, (Prunus tucumanensis), el lapacho amarillo (Tabebuia lapacho), la quina (Myroxylon peruiferum), y el pino del cerro (Podocarpus parlatorei) todas estas especies se encuentran en peligro; el jacaranda (Jacaranda mimosifolia), el nogal (Juglans australis) , la quewiña (Polylepis crista-galli) y la tipa (Tipuana tipu) son catalogadas como vulnerables (VU).
Toda esa riqueza natural forma parte de la reserva nacional de flora y fauna de Tariquía, creada con el Decreto Supremo 22277, que el 23 de abril de 1992 sería elevado a rango de ley.
El objetivo de la norma es «conservar una muestra representativa de la biodiversidad del ecosistema del bosque boliviano-tucumano», con riesgo de ser afectado.
La norma determina que es «deber del Estado preservar la bio diversificación y la integridad del patrimonio genético de la flora y fauna, tanto silvestre como especies nativas domésticas, así como de normar las actividades de las entidades públicas, privadas, nacionales o internacionales, dedicadas a la investigación, al manejo o la ejecución de proyectos del sector».
Sin embargo, el pasado 2015, el presidente del Estado, Evo Morales Ayma, promulgó el decreto supremo 2366 que permite el desarrollo de actividades en hidrocarburos dentro de áreas naturales protegidas.
El primer artículo de la norma señala que se aprueba el aprovechamiento de estos recursos por su carácter constitucional, estratégico y de interés público para el desarrollo del país; vinculado a la reducción de la extrema pobreza en comunidades que habitan las áreas protegidas como la gestión integral de los sistemas de vida.
“El impacto de estas exploraciones en la reserva sería catastrófico para las especies y ecosistemas habitantes de estas zonas de reserva, no solo sería medioambiental, sino también experimentaríamos un cambio social como cultural”, explicó la especialista.
Oller, sostiene que la confinación de acuíferos suele ser una de las consecuencias de los impactos sísmicos de los trabajos de exploración.
“Con la exploración se utiliza dinamita y se causan explosiones, y esto provoca que se cierren u obstruyan vertientes de las aguas subterráneas contaminándola, causando la muerte de las especies”, explicó.
La deforestación es otro de los principales peligros, pues para hacer espacio a los pozos y trochas es necesario talar bosque.
Al eliminar espacios de vida con la deforestación, parte de los animales buscan otros hábitats en los que posiblemente no puedan sustentarse, porque no pertenecen a él, lo que les pone en peligro de desaparecer.
Con su desaparición, se alteran ciclos biológicos y todo el ecosistema producirá cambios sin precedentes en las trayectorias evolutivas.
El ingreso de la mano del hombre conlleva a la destrucción del hábitat natural, incremento de la caza o captura de animales exóticos, la contaminación del suelo y las aguas, además podrían contraerse nuevas enfermedades, exponiendo a las especies a su total desaparición. (eP).
Los datos:
• El impacto de las exploraciones en la reserva, serían catastróficas para las especies y ecosistemas habitantes de estas zonas.
• La reserva nacional de flora y fauna de Tariquía, fue creada con el decreto supremo 22277, del 23 de abril de 1992, durante el Gobierno de Jaime Paz Zamora.
El apunte:
Los cedros
Previo a la creación de la reserva de Tariquía, esta especie ya estaba siendo gravemente explotada en las comunidades de Carlazo y San Agustín.
Otras comunidades colindantes con Tariquía cercanas a la carretera a Bermejo también estuvieron dedicadas a la tala. Hay quienes se dedican a la actividad de tala existiendo un 90% de madera de cedro de procedencia ilegal en el mercado.
La Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), sería la instancia que controla estas actividades.
Nota de apoyo
Almas silvestres, una exposición sobre las especies en peligro de extinción
Diferentes sectores mostraron su interés en el medio ambiente, el impacto que el mismo hombre ha causado con su paso por este mundo, ha despertado la conciencia para expandirla.
La escuela de bellas artes Hernando Siles de la ciudad de La Paz, no se hace indiferente al inminente peligro por el que están pasando las especies de flora y fauna de Bolivia, presentando en el Patio del Cabildo de Tarija una exposición de pinturas.
Haciendo precisamente alusión a través del arte a las especies en mayor peligro, inmortalizando sus almas mediante las pinturas.
La artista parte del conjunto expositor, Leslie Molina, comentó que es un homenaje al patrimonio de fauna que habita en Bolivia.
La exposición inició el primero de julio y se extenderá hasta el 30 del mismo mes.
La exhibición artística fue gestionada por la Secretaría de Turismo y Cultura de la Alcaldía, como parte de las actividades culturales por el aniversario 445 de la fundación de la ciudad de Tarija.
En los cuadros puede apreciarse técnicas de dibujo y pintura, utilizando materiales reciclados, como un llamado a la conciencia humana respecto a darle el valor que merece la biodiversidad de flora y fauna, cuya desaparición puede traer graves consecuencias en los ciclos naturales en los que desarrollan la evolución como especie humana.
Entre las pinturas más relevantes, puede apreciarse al oso jucumari, el cóndor andino, el mono silvador, el jaguar, la paraba militar y otros mencionados anteriormente como parte del libro rojo de la fauna silvestre de Bolivia.