
AGENCIAS
La selección de Uruguay, una de las favoritas de la Copa América 2019, inicia su andadura en el torneo este domingo a las 19.00 horas (22.00 GMT) ante Ecuador, una selección que llega al estadio Mineirao de Belo Horizonte con dudas sobre su seleccionador y el estado físico de algunos jugadores.
La Celeste, la selección más laureada en la historia del torneo de fútbol de naciones más antiguo del mundo, con 15 copas en su haber, ambiciona recuperar el cetro que logró por última vez en la edición de Argentina 2011, con una generación liderada por el delantero Luis Suárez, recuperado ya de su lesión.
El delantero del Barcelona, que lleva algo más de un mes sin jugar un partido completo tras operarse el menisco de la rodilla derecha, lidera un grupo de futbolistas en su madurez, como su compañero en la delantera Edinson Cavani, el defensor Diego Godín, o el portero Fernando Muslera.
Junto a ellos, la nueva guardia charrúa, particularmente presente en un centro del campo de insultante juventud con Rodrigo Bentancur (21 años) y Nahitán Nández (23) o los probablemente suplentes Federico Valverde (20) y Lucas Torreira (23), junto con el zaguero José María Giménez, asentado en la ‘Celeste’ a sus 24.
En ese centro del campo, que probablemente completarán Matías Vecino y Nicolás Lodeiro junto a Bentancur y Nández, está la gran esperanza de la hinchada charrúa, que sueña en sumar a su contrastado poderío ofensivo un mediocampo de pie fino que sepa encontrar más fácilmente a sus delanteros.
El combinado Tricolor, dirigido por el colombiano Hernán Darío Bolillo Gómez, llegó a Brasil en pleno proceso de recambio generacional del conjunto, con varios futbolistas experimentados como el delantero Enner Valencia y el volante Antonio Valencia, y otros con menos experiencia que deben ir ganando peso competitivo.
El Bolillo, que fue artífice de la primera clasificación mundialista de Ecuador, para el Mundial de Corea y Japón 2002, ha sido cuestionado por algunos sectores de la opinión pública ecuatoriana durante sus diez meses en el cargo, aunque desde su llegada a Brasil ha insistido en que el grupo es «una familia».