Noticias El Periódico Tarija

La fotografía en la que Edwin Rosas levanta en hombros a Rodrigo Paz cuando se conocen los resultados de la votación que lo convertía en alcalde de la ciudad de Tarija, deja mucho que desear y más que hablar. 

No creemos que la dirigencia vecinal esta para hacer la vida imposible a un alcalde ni constituirse en un ente opositor a su gestión, porque no entendemos a esa dirigencia como un brazo político de nadie… en teoría. Pero si consideramos que se constituye para velar por el respeto de los derechos de los vecinos y para reinvindicar las necesidades no atendidas por una institución de servicio público. De ahí que, si la relación entre la autoridad de la que dependen la atención de requerimientos pendientes con quien debe exigirle que las cumpla, es muy estrecha, al punto de servir de cargador en pleno día de elecciones, es muy complejo creer que no interferirá para el cumplimiento de esa responsabilidad cívico ciudadana. Es lo que pasa entre Rosas y Paz, sin mencionar que en la misma fórmula electoral estaba también el hermano del dirigente barrial, Francisco Rosas, presidente del Concejo municipal actualmente y “aliado” multipolar del alcalde. Doble razón para dejar de lado el interés de los vecinos, no le parece?… sin siquiera insinuar otros “motivos” de más peso.

El paso de Edwin Rosas por la Federación Departamental de Juntas Vecinales (FEDJUVE) es poco más que nefasto, por haber perdido el norte y haberse vinculado sin disimulo a una opción política como es Rodrigo Paz. Si no fuera cabeza de la FEDJUVE, no estaríamos escribiendo estas líneas porque no nos interesaría su vida y actitudes, lo reñido con la ética y la moral es que casi “sin careta”, Rosas apoya proyectos municipales que la población rechaza y calla sobre las críticas que salen de los mismos barrios que él debería estar defendiendo. La planificación y la priorizacion son palabras que no existen en su vocabulario y es lo que menos le importa en su mirada a la gestión municipal. Finalmente, Rosas tiene derecho de apoyar al político que sea, hasta a Rodrigo Paz, pero dejando de lado la dirigencia de esta organización y no atreviéndose encima, a hablar en nombre de los vecinos. Ahí es donde la actitud de Rosas simplemente indispone. La prórroga de su gestión a la cabeza de la FEDJUVE parece ser una maniobra más para quedarse otro año en este cargo, acompañando lo más posible la cuestionada gestión de Paz… lo que no se entiende es por qué o para qué… o estamos pecando de ingenuos?