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El estudio de ACN sobre libertad religiosa constata su deterioro para todas las confesiones.

El Sagrado Corazón se iluminará hasta el día 25 de enero de color rojo en solidaridad con los cristianos perseguidos en todo el mundo. Con esta iniciativa, Córdoba se suma a una reivindicación de la que también han tomado parte símbolos como el Cristo Redentor de Río de Janeiro (Brasil) o la Sagrada Familia de Barcelona. El rojo simboliza la sangre derramada por la persecución de los cristianos, que según ha expuesto el subdirector de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN España), Carlos Carazo, que ha afirmado que uno de cada cinco cristianos viven en países donde hay discriminación y que hoy por hoy el cristianismo es la religión más acosada del mundo.

Lo ha afirmado en el marco de la presentación del Informe de Libertad Religiosa en el mundo para 2019, un documento que esta entidad realiza cada dos años y del que se extrae que la situación libertad religiosa, recogida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos para cualquier confesión, ha empeorado en los últimos dos años. La organización constata un deterioro que lleva a que el 61 por ciento de la población mundial viva en países donde no se respeta la libertad religiosa por persecución o discriminación. En 38 de ellos se viola este derecho, lo que supone el 20 por ciento del total de países, y destacan los casos de China y la India. Ha mejorado, sin embargo, en Irak y Siria, ya que «la caída del Estado Islámico ha abierto la puerta a la convivencia religiosa» entre comunidades de distinta confesión.

La directora del Secretariado Diocesano para los Cristianos Perseguidos de la Diócesis de Córdoba, ha acompañado al subdirector de ACN España en una presentación en la que Carazo ha alertado de la preocupante la situación en países de África como la República Centroafricana. Esta situación la está viviendo en primera persona Monseñor Aguirre, el obispo cordobés de Bangassou, que ha informado recientemente del acercamiento de nuevos ejércitos desde el Norte y denuncia el silencio de la comunidad internacional. También lamentó el aumento de los atentados yihadistas y con ello la islamofobia, que hace que las comunidades islámicas se sientan más rechazadas por el conjunto de la ciudadanía. El radicalismo islámico afecta a 22 países y 300 millones de personas.

En el caso concreto de Europa, ACN España afirma que hay libertad religiosa si bien, matizó Carrazo, perduran los problemas de tolerancia. En el caso concreto del cristianismo, se refirió a expresiones que suponen un acoso contra las creencias religiosas, como es el caso de las pintadas en edificios religiosos.