Estas fotos son evidencia de la transformación de Jason Momoa a quien conoces por su impresionante físico en su papel de Khal Drogo en ‘Game of Thrones’.
Jason Momoa es un actor que en años recientes ha acaparado nuestras pantallas chicas y grandes con su espectacular físico,
así como su estilo indistinguible con su cabello y vello facial
característico. Y es que esto, así como los papeles que ha encarnado
recientemente lo hacen inolvidable. Tan sólo su interpretación como Khal
Drogo en Game of Thrones lo
lanzó hasta el estrellato. Al tiempo que participaba en la mítica
serie, también lo vimos interpretando a Conan, un personaje famosísimo
que ha sido adaptado a distintos medios, desde series de televisión,
películas, incluso juegos de rol, y hasta hace poco lo vimos tomar el
papel de Aquaman, el siguiente héroe del Universo DC en obtener su
propia película.
Sin
embargo, este actor no siempre fue ese hombre fornido y peludo que
conocemos hoy. Hace muchos años, incluso antes de su incursión al mundo
de la actuación, Jason Momoa se caracterizaba por tener un físico
completamente diferente y otro tipo de ambiciones.
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Esta
es una de las fotos públicas donde era tan sólo un niño creciendo en
Iowa —originalmente había nacido en Hawai, pero tras la separación de
sus padres, abandonó la isla para vivir con su madre—.
Fue
en ese mismo estado donde comenzó estudiando Biología Marina, pero se
transfirió a la carrera de Biología de la vida silvestre en el Colegio
Estatal de Colorado. Entre sus otros intereses estuvieron la pintura y
el budismo para las cuales viajó a Francia y al Tibet, respectivamente
para poder estudiarlas.
Sin
embargo, su carrera en realidad comenzó como modelo en Hawai, donde fue
nombrado Modelo del Año en 1999. La cobertura y proyección que alcanzó
en ese momento ayudó que se hiciera de un papel de Baywatch y posteriormente en el 2003 de una aparición en la película Baywatch: Hawaiian Wedding.
Tiempo después de terminar de trabajar en Baywatch, aparentemente le fue difícil deshacerse de la sombra de ese rol, sin embargo, logró conseguir un papel en la serie Stargate Atlantis, misma en la que apareció con rastras, un look que pasó a ser muy significativo para su personaje.
Pero según declaraciones propias no se hizo sus rastas por el papel en Stargate Atlantis ni
nada parecido, sino porque quería impresionar a quien sería su futura
esposa, Lisa Bonet, misma a la que según sus palabras alguna vez se
prometió que la espiaría durante el resto de su vida y que conseguiría
estar con ella. Aunque la confesión resultó un poco rara, por lo menos
consiguió conquistarla. La pareja se casaría en secreto años después y
actualmente tienen dos hijas propias.
Es
en esta etapa en la que Jason Momoa empezó a adoptar un look mucho más
parecido al que le conocemos, poco a poco embarnecía y comenzaba a lucir
su barba, hasta que decidió deshacerse de sus rastas pues le provocaban
dolores de cabeza. Fue entonces cuando su cabello largo comenzó a hacer
su aparición, así como los distintos largos de la barba del hombre.
Mientras
que su característica cicatriz la obtuvo en 2008, durante una pelea en
un bar, cuando otro comensal le estrelló una botella en la cabeza. Si
bien fue un evento desafortunado que involucró 140 puntos en total, le
dejó una marca en su ceja que sin duda ayudó en su interpretación del
dothraki, papel que obtuvo dos años después. A partir de ese momento,
vemos la transfroamción total del actor, quien en sus siguientes papeles
ha aparecido con el mismo físico y en papeles similares. De izquierda a
derecha lo ves en sus papeles de Khal Drogo, Conan y Aquaman.
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Si acaso, estos cambios en el físico de Jason Momoa nos demuestran que en realidad cualquiera puede hacerlo. De ser un joven delgado con poco tono muscular, hoy en día es de los actores más musculosos y proporcionados que vemos en nuestras pantallas, y por si no fuera poco, también resulta ser de las personas más carismáticas de la industria.