EL COMERCIO
El partido Likud, del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aventaja por la mínima a la coalición centrista Azul y Blanco de Benny Gantz con el 99% de los votos escrutados, tras los comicios celebrados este martes en Israel.
Según los datos
del comité central electoral, con más 3,9 millones de los votos
escrutados, el Likud obtendría un 26,47% de las papeletas, frente a un
26,11% de Azul y Blanco, que le iría por detrás.
«Ganamos. ¡El pueblo de Israel ha
hablado! Gracias a miles de activistas y más de un millón de votantes.
En estas elecciones hay un claro ganador y un claro perdedor. Bibi
prometió 40 asientos y perdió a lo grande», dijo a través de su cuenta de Twitter Gantz y
Yair Lapid, cabezas de lista de Azul y Blanco, tras la divulgación de
los sondeos a boca de urna que le daban una ventaja al cierre de las
mesas.
Según la televisora estatal Kan, partidos como Nueva Derecha, del ministro de Educación Naftali Benet, el ultraderechista Zehut y la nueva formación Gesher, no entrarían en la Cámara, al no superar el umbral del 3,25% de los votos.
A pesar del buen resultado de la lista de Gantz, las encuestas siguen dando como más probable la formación de un gobierno de derecha, al calcular al bloque de centro e izquierda entre 56 y 60 escaños y a la derecha entre 60 y 66.
Por su parte, Benjamin Netanyahu reivindicó el triunfo del «bloque de la derecha»y aseguró que empieza a trabajar hoy mismo en la formación de Gobierno.
«Agradezco a los ciudadanos de Israel la confianza», dijo el mandatario en un escueto mensaje en su cuenta de Twitter, donde aseguró que empezará a formar «una coalición de gobierno» con sus «socios naturales» esta misma noche.
Todos los
sondeos previos indicaban que el resultado será sumamente ajustado y
que, tras constituirse el nuevo Parlamento, la formación de un nuevo
gobierno dará lugar a intensas negociaciones.
La carrera por el poder se decide entre dos francos favoritos: Netanyahu, apoyado en su partido de derecha Likud, y Gantz, en representación de su partido de centro derecha Azul y Blanco.
Durante la jornada, ambos hicieron declaraciones y exhortaron a votar en el momento de cumplir con su deber electoral.

«Estoy contento de ponerme al servicio de Israel, estoy contento de comprometerme para el bien de los ciudadanos en una nueva vía», dijo Gantz, el primero de los dos en votar, a los periodistas.
Netanyahu, que votó hacia el mediodía en Jerusalén, llamó a sus compatriotas a «elegir bien».
Benjamin Netanyahu,
que acumula 13 años en el cargo de primer ministro, busca un quinto
mandato que le permitiría establecer un récord de longevidad en el
poder.
Netanyahu gobierna Israel desde
el 31 de marzo del 2009, es decir desde hace 10 años y ocho días. Fue
jefe de gobierno por primera vez entre junio de 1996 y julio de 1999,
durante tres años y 18 días.
En tanto, Gantz,
de 59 años y ex paracaidista, lleva la experiencia de haber sido
comandante de una unidad de fuerzas especiales y ex jefe del Estado
Mayor de las Fuerzas de Defensa.

Sin embargo, Gantz no era visto como un político hace apenas seis meses.
Sin que los
dos candidatos logren exhibir diferencias significativas en sus
programas de gobierno, la campaña se transformó en un plebiscito sobre
la persona de Netanyahu, adorado y detestado en partes iguales pero que no deja a nadie indiferente.
Entre los primeros en votar en un colegio electoral de Jerusalén estaba Ronit Kampf, profesora universitaria de 45 años.
«Bibi estuvo en el poder mucho tiempo», dijo, utilizando el apodo con el que se llama a Netanyahu.
«Habrá un gran cambio. ¿Cuál? No lo sé exactamente, pero habrá un cambio».
–PROXIMIDAD CON TRUMP–
Para Gantz, se trata fundamentalmente de poner fin a años de divisiones y de corrupción que encarna el primer ministro saliente.

AFP.
Para Netanyahu,
en cambio, se trata de reiterar que nadie está mejor capacitado que él
mismo para garantizar la seguridad y la prosperidad del país.
La victoria
parecía asegurada cuando, en diciembre, anunció elecciones anticipadas,
antes de la fecha prevista de noviembre del 2019.
La iniciativa fue interpretada como una maniobra excesiva de parte de Netanyahu, para conseguir una victoria electoral aún a pesar de las denuncias de corrupción.
En tanto, Gantz se
lanzó al ruedo y construyó una sólida lista de candidatos que en los
cinco primeros puestos cuenta a tres ex comandantes de las Fuerzas
Armadas, un ex ministro de Finanzas y el exjefe de la central sindical
nacional.

Seguidamente, ya en febrero, el fiscal general anunció la intención de inculpar formalmente a Netanyahu por corrupción, fraude y abuso de confianza.
Los últimos sondeos autorizados mostraban el viernes al Likud y al Azul y Blanco
luchando codo a codo por cada voto, pero -con una previsión de 30
plazas para cada uno- ambos partidos quedan lejos de la mayoría absoluta
de 61 bancas.
Así, no importa quien gane la elección ya que tendrá que negociar con otros bloques para poder gobernar.
Las proyecciones sugieren que Netanyahu tendría
ventaja para formar una coalición de gobierno, pero expertos alertaron
sobre los márgenes de error de los sondeos conocidos hasta ahora.

AFP.
En días recientes, el Likud lanzó una feroz campaña de ataques personales a Gantz, al tiempo que Netanyahu utilizaba cada oportunidad para mencionar su proximidad con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
–¿QUIÉN OTRO?–
En efecto, para los israelíes el mandatario estadounidense ofreció a Netanyahu un espectacular «regalo» en plena campaña electoral, al reconocer la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, anexado a Siria.
¿Quién más, en Israel, «sería capaz de obtener eso?», se preguntaba el domingo en el sitio web noticioso Artuz Sheva. «¿Quién más puede hablar con el resto del mundo? ¿Y con el Congreso estadounidense?», añadió.
El propio Netanyahu lanzó aún más gasolina a las llamas al afirmar, en desafío a un amplio consenso internacional, que estaba preparado para anexar los asentamientos israelíes en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde hace medio siglo.
Líder de un gobierno considerado el más derechista en la historia de Israel, Netanyahu parece listo para ponerse al frente de una coalición aún más radical.
El gran interrogante es estar elecciones es saber si Netanyahu será capaz de convencer a los electores a hacer oídos sordos a las sospechas y oportunismo asociados a su nombre.
Ante este cuadro, Gantz no dudó en enviar el mensaje opuesto: Israel, dijo, «debe escoger la vía de la unidad, de los lazos y de la esperanza, o una vía de extremos».