El Ejército de Brasil determinó este lunes suspender del cargo y enviar a prisión a diez de los militares implicados en la muerte de una persona, tras hechos ocurridos el domingo en los que los soldados dispararon 80 veces contra un vehículo en el que viajaba una familia.
La víctima fatal fue el conductor del vehículo, un músico de 51 años identificado como Evaldo dos Santos Rosa que se desplazaba con su familia hacia una fiesta infantil, en la zona oeste de Río de Janeiro.
El incidente se produjo en el barrio Guadalupe, en la zona norte de Río, en el perímetro de seguridad de un área militar donde las tropas realizaban un «patrullaje regular», informó el Ejército.
En una primera comunicación, divulgada el domingo tras conocer las declaraciones iniciales de los soldados de los hechos, el Ejército había señalado que el ataque se había producido en respuesta a disparos realizados a los militares.
No obstante, este lunes el Ejército reconoció la presencia de «inconsistencias» en las declaraciones dadas por los soldados implicados en el suceso.
«En virtud de inconsistencias identificadas entre los hechos inicialmente reportados y otras informaciones que llegaron posteriormente al Comando Militar del Este, se determinó la suspensión inmediato de los militares involucrados que fueron enviados a la Comisaría de Policía Judicial Militar para la toma de testimonios individualizados», según el comunicado divulgado por este comando.
En la nota, el Ejército explicó que después de escuchar las declaraciones de los implicados «firmó la orden de prisión» de 10 de los 12 militares involucrados.
Un comisario
de la División de Homicidios de la Policía Civil, Leonardo Salgado, dijo
el domingo por la noche a TV Globo que en el vehículo del músico «no se encontró ninguna arma». «No veo indicios de legítima defensa, por la cantidad de tiros», agregó.
En los hechos, ocurridos en la tarde del domingo, resultó herido otro de los pasajeros que viajaba en el vehículo -que se encuentra estable- y un peatón que intentó ayudar en la situación y cuyo estado de salud se desconoce.
De acuerdo con los peritos, los militares dispararon en más de 80 oportunidades contra el vehículo, en el que viajaban la esposa del conductor, su suegro, su hijo de 7 años y otra mujer.

«Todo indica que los militares realmente confundieron el carro con un vehículo de bandidos. Pero en este vehículo estaba una familia. No fue encontrada ninguna arma (dentro del carro). Todo determinó que se trataba de una familia normal, de bien, que acabó siendo víctima de los militares», señaló el comisario de Policía Civil Leonardo Salgado en declaraciones al programa Fantástico en la noche del domingo.
El Ejército dijo que los militares implicados en los hechos pasan a disposición de la Justicia Militar del Estado, ya que la legislación establece que, incluso con víctimas civiles, sólo pueden ser procesados por jueces militares.
–POLÍTICA DE MANO DURA–
Los militares participaron en los últimos años en operaciones contra la criminalidad en Río de Janeiro, e incluso estuvieron desde febrero hasta diciembre del 2018 al frente del área de seguridad de este estado desbordado por la violencia.
El nuevo gobernador de Rio, Wilson Witzel, prometió aplicar una política de mano dura frente al crimen, en un discurso sintonizado con el presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro.
Witzel admitió a fines de marzo que la policía recurre a francotiradores para disparar a distancia a sospechosos armados.
En enero y febrero deL 2019, los dos primeros meses que Witzel ha ocupado el cargo, 305 personas fueron abatidas por la policía en Rio, de acuerdo con estadísticas del gobierno. Esa cifra representa un incremento de 17,6% respecto al mismo periodo del 2018.
Algunos de esos casos levantaron cuestionamientos sobre los métodos policiales.
El 8 de febrero, una operación policial en una favela del barrio turístico Santa Teresa dejó 13 muertos y despertó, según la Defensoría Pública, sospechas de que se trató de una ejecución sumaria.