Violeta Castillo/Bolinfo/Tarija
(elPeriódico-abril 2/2019) La Cámara de Senadores en la gestión 2006 aprobó el proyecto de ley mediante el cual se instauró el 30 de marzo como el Día de la Trabajadora del Hogar Boliviana, con el objetivo de “reconocer las labores de las trabajadoras y trabajadores en todo el país”.
En esta normativa se establece que este sector debe tener derecho a un día libre pero igualmente remunerado. Sin embargo no siempre se cumple este mandato y también existen otras reivindicaciones que aún quedan pendientes.
Específicamente en Tarija existe una Asociación de Trabajadoras del Hogar, a la que están afiliadas más o menos ciento cincuenta mujeres. Pero en realidad son muchas más las personas que realizan este trabajo para sustentar a sus familias.
Si bien ellas indican que ahora reciben mejor trato que años antes por parte de sus empleadores, también cuentan que se sienten en situación de desventaja en comparación a otros sectores laborales donde se goza de mayores beneficios.
Por ejemplo S.C. cuenta que ella se dedica a este oficio desde hace más de 25 años y que ha trabajado con diferentes familias. Si bien ha trabajado con gente que le ha dado un trato digno, también ha estado en hogares donde ha sufrido diferentes abusos.
“Es difícil cuando los dueños son malos. Sí pasa que a veces te gritan sin motivo, también que no te quieren dar permiso para nada, también me han querido descontar por llegar tarde pero a veces me han hecho quedar hasta después de mi hora de salida, hasta las 9:00 o 10:00 pm, pero eso no reconocen”, declaró.
Otro de los abusos que ella denuncia es que, más de una vez, ella fue a una entrevista de trabajo y la dueña de la casa le dijo que sus tareas serían más livianas de lo que fueron en realidad.

“En una casa cuando me han contratado me han dicho que yo solamente iba a limpiar, desempolvar, trapear, esas cosas, también que iba a cocinar y planchar. Pero cuando ya trabajaba me hacían poner la ropa a la lavadora, pero también me decían que cuide a los hijos de la hija de la señora, porque ella trabajaba y no tenía dónde más dejarlos”, agregó.
Por otro lado, ella indica que ahora sí se encuentra conforme con su actual trabajo porque tal vez no le reconocen todos sus beneficios, pero recibe un mejor salario y el ambiente es más tranquilo que en otras casas. Ella ya trabaja ahí desde hace más de seis años.
Además ella indica que aunque el trabajo sea pesado, sí le ha permitido sacar adelante a su familia.
“Ahora mis tres hijos son grandes, mis dos hijas mayores ya han terminado la normal y el menor va a terminar el colegio. Tal vez ha sido costoso porque no podía darles muchas cosas, pero nunca les he hecho faltar nada”, añadió.
También contó su historia R.V.M., lo que ella más lamenta es haber sido discriminada en varios trabajos, no la querían contratar por tener una niña pequeña y no le permitían ir con ella.
“Yo he ido a unas dos casas donde la dueña me entrevistaba, me decía lo que tenía que hacer y me hablaba, estaba todo bien. Ya al final cuando le he preguntado si podía ir con mi hija ya me decía que mejor no, que me iba a llamar. En otra casa lo primero que me ha preguntado era si tenía niños chicos y por eso ya no me contrataban (…) era como si pensaran que por llevar a mi hija no iba a hacer mis cosas del trabajo”, contó.
Ella cuenta que, como no tenía el apoyo del padre de la niña, entonces también se vio obligada a dejarla todo el día a cargo de sus familiares porque caso contrario no la hubieran contratado.
Finalmente, R.A. comentó que ella ve su trabajo como algo a corto plazo. Ella solamente vive con su abuela y no recibe apoyo económico de nadie, es por eso que ella buscó este oficio para poder conseguir los recursos necesarios para poder estudiar otra carrera.
“Yo antes he trabajado en otros lugares, en casas, en restaurantes, en cabinas de Entel. Son trabajos por un tiempo no más, yo busco trabajos de medio tiempo. Yo estoy yendo al colegio en las noches, entonces necesito la tarde para ver a mi abuela, para hacer mis tareas igual. Alguna vez he trabajado en dos lugares, para ganar un poco más, pero eso solamente lo hago cuando estoy de vacaciones”, señaló.
Todas ellas coincidieron al señalar que en una ocasión o más sufrieron algún tipo de maltrato por sus empleadores. Específicamente en el tema de sus salarios indican que muchas veces quienes las contratan les ofrecen menos del sueldo mínimo, o también que les pagan con bastante retraso, sin considerar que su trabajo es tan válido como cualquier otro.
Con estos relatos se puede ver que aún falta conciencia por parte de los empleadores, quienes muchas veces no respetan los derechos laborales que tienen las trabajadoras del hogar. Por otro lado, ellas tampoco son plenamente conscientes de los derechos que tienen por ley, algunas ni siquiera saben que pueden hacer sus denuncias ante su Asociación o el Ministerio de Trabajo. (eP)

Nota de apoyo
Tareas pendientes
El Instituto nacional de Estadística (INE) en marzo de la gestión pasada emitió un informe en el que se revela que en el país existen más de 77.750 personas en el país que se dedican a esta actividad. De este total, un 91,2% son mujeres y el restante 8,8% son varones.
Por otro lado, la empresa Fenatrahob realizó una encuesta a nivel nacional. En este estudio se pudo verificar que casi el 80% ciento de las trabajadoras del hogar provienen del área rural.
Además también se pudo evidenciar que la mitad de las mujeres que se dedican a esta actividad comenzaron a trabajar desde antes de los 15 años de edad. También es significativa la cantidad de mujeres que iniciaron a trabajar entre los 15 y los 25 años, son pocas las que ingresaron al mercado laboral luego de los 26 años de edad.
A pesar de que hace varios años la ley establece que los trabajadores del hogar deben gozar de un día libre remunerado cada 30 de marzo, aún quedan otras tareas pendientes.
Quien fungía la pasada gestión como Defensor del Pueblo, David Tezanos Pinto, indicó que la reivindicación pendiente más importante para este sector es el tema de la salud, para que las trabajadoras del hogar puedan acceder a un seguro.
En Tarija, la Asociación de Trabajadoras del Hogar aglutina apenas a 130 personas.
La vicepresidenta de la Asociación, Cristina Caurita, informó que cada quince días su sector realiza reuniones, por un lado para analizar su situación laboral, pero también para ofrecer capacitación a sus afiliados. Además ella invitó a todas las mujeres y varones que tengan este oficio a que puedan acercarse para conocer un poco más de sus derechos.

LosDATOS:
-En Tarija solo 130 personas están afiliadas a la Asociación de Trabajadoras del Hogar.
-La mayoría de las trabajadoras son del área rural y comienzan a trabajar antes de cumplir los 20 años de edad.