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EL DEBER

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, admitió este lunes la existencia de «una cifra deficitaria» entre la producción de hoja de coca en el país y el consumo tradicional. El excedente, dijo, sería desviado a «actividades ilícitas».

«Nosotros tenemos que trabajar para establecer una relación equilibrada entre la demanda interna y la producción de la hoja de coca, y en este momento hay una cifra deficitaria, digamos, en el sentido en el que el consumo tradicional, de acuerdo a la proyección de crecimiento poblacional, debe estar alrededor de las 18.000 hectáreas, y hay un saldo, que obviamente se desvía con fines de fomento a actividades ilícitas», dijo en entrevista con el programa ‘Antes de Mediodía’ de radio Fides.

En las últimas horas se conoció el Informe de la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos, del Departamento de Estado de EEUU, que señala que en 2018, Bolivia fue el tercer mayor productor de «coca y cocaína en el mundo» y una zona de tráfico de cocaína peruana.

«Es un poco ‘sui géneris’ que EEUU lo plantee de esa manera, porque los únicos tres países que producen coca con Perú, Colombia y Bolivia (…) Entre los tres únicos países en los que se cultiva coca, nosotros estamos en el último lugar, pese a que tenemos la reserva en la convención de Viena que nos garantiza el consumo tradicional, uno dice ‘bueno, estamos bien porque somos los últimos'», afirmó.

Actualmente en el país rige la Ley General de la Hoja de Coca, que subió de 12.000 a hasta 22.0000 las hectáreas legales del arbusto. Un estudio integral de 2014, encargado por el Gobierno, sostiene que 18.000 hectáreas son suficientes para el consumo en territorio nacional.

«(Las 22.000 hectáreas) tienen que ver con la proyección de crecimiento poblacional, medida en el tiempo, que podría llegar a una cifra máxima de 22.000 hectáreas en algún momento, pero que no es el actual, que es 18.000 o 19.000 hectáreas», agregó Romero.

Datos del monitoreo anual de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por su sigla en inglés) indican que hasta 2017 el cultivo de coca en el país llegaba a 24.500 hectáreas.