Aceptémoslo: es terrible estar enfermo y, peor, ser hospitalizado. Pero ser un familiar o amigo a cargo del paciente también lo es. Es una de las situaciones para las que nadie te prepara. Incluso a quienes han crecido familiarizados con los hospitales —hijos de enfermeros o doctores, por ejemplo— les toma por sorpresa sobrellevar la angustia que genera que un ser querido esté en el hospital.
Aunque hay situaciones que no puedes evitar y la salud de la gente que amas está fuera de tu control, existen algunos datos que te pueden ayudar a entender la situación y manejar la crisis de la mejor manera posible. A continuación, te compartimos algunos consejos para familiares de un paciente hospitalizado.
1. Conoce el hospital
Toda institución de salud ya sea pública o privada tiene —o debería tener— protocolos y reglamentos; además tienen muy en claros sus organigramas y jerarquías que muchas veces desconocemos. Estar al tanto de esa información podría serte útil para saber con quién dirigirte, cuándo hacerlo y dónde. Es muy común que al vernos inmersos en una situación tan preocupante pensemos que todo está saliendo o mal, o que todos están en nuestra contra porque no conocemos cómo funcionan estas instituciones burocráticas. Pero tendrás bastante tiempo para averiguarlo y, si puedes, úsalo a tu favor. Por ejemplo, investiga cuándo hay horario de visita y qué puedes o no introducir a las salas, quién está a cargo del área, cuántos turnos tienen y a qué hora los cambian.
2. Delega responsabilidades
Habrá mucha gente que quiera ayudar al principio, muchas llamadas y opiniones. Conserva la calma, pero también pide comprensión y respeto. Ese ímpetu no hay que perderlo, sino encauzar la energía e incluso dosificarla. Delegar o hacer un rol de cuidadores es útil, porque una sola persona, por mucho que quiera ser el héroe, no lo logrará. Más bien saldrá un paciente para entrar otro.
3. Aprende, pero ten paciencia
La palabra “paciente” tendrá otra dimensión en tu vida, se repetirá en tu cabeza hasta que llegues a la saciedad semántica. También le hallarás nuevos significados a la palabra “cómodo” y “pato”. No son artefactos bonitos, pero tampoco son del otro mundo. Quizá los enfermeros puedan ayudarte a descubrir cómo ayudar a tu paciente a hacer sus necesidades.
4. Sé amable con los empleados
Hazte amigo, o por lo menos trata de manera cordial al personal de seguridad y a cada empleado del hospital. Están acostumbrados al trato rudo, pero tienen sentimientos y la mayoría está tratando de cumplir su labor de la mejor manera.
5. Piensa en lo indispensable
Lleva tu papel de baño y otros enseres de higiene.
6. Mantén la mente ocupada
Busca alguna actividad para distraer la mente; como un cuaderno para dibujar, sopas de letras, sudoku, crucigramas o algún libro o revista que tengas pendiente. Procura no estar googleando enfermedades y sus peores consecuencias. Infórmate sin perder la cabeza y combínalo con otras actividades inocuas.
7. Celular siempre cargado
No olvides cargador de celular e incluso baterías adicionales (powerbanks).
8. Conoce los alrededores
Localiza los comercios cercanos de comida, tiendas de conveniencia, farmacias o plazas comerciales.
9. Estacionamientos
Si llevas vehículo, busca siempre un lugar para estacionarlo. Podrá parecerte increíble, pero hay casos de familiares a los que les roban el auto.
10. Sé positivo con el paciente
Cada vez que estés con tu familiar internado procura animarlo, no es de gran ayuda que le des noticias terribles del exterior. Procura mantener una conversación positiva, incluso algún tema profundo podría tocarse. La gente suele reflexionar mucho en estos lugares porque la vida parece haberse parado, hay tiempo para que la mente se estire y observe lo que pasa por alto. Es reconfortante conectarse a esos niveles con tus seres queridos, saber que estás ahí no sólo para la ayuda física, escuchar siempre será la clave.
11. Mantén la mente del paciente ocupada
Recuerda que a los pacientes a veces también se les permite tener alguna revista o libro a la mano, dependiendo de la complejidad de cada caso.
12. Recuerda que esto también pasará
No siempre estarás en un estado “zen”, pero trata de tener en mente lo que el filósofo tabasqueño Francisco José Hernández Mandujano, mejor conocido como Chico-Ché: “ya parará”. Nada es para siempre, este podría ser uno de tus peores momentos; pero no será el único y esto también pasará.
Procurar la salud es un hábito que requiere constancia. Son muchos los beneficios del Yoga en tu vida, si quieres aprender al respecto te compartimos las razones por las que comenzar a practicar Yoga podría cambiar tu vida.
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