ECOOSFERA
Los seres humanos perpetuamente nos jactamos de haber inventado cosas que en realidad siempre han estado ahí, sólo que en un estado más puro. Es el caso de los antibióticos, que se pueden encontrar en la naturaleza y que, de hecho, las hormigas aprendieron a usar antes que nosotros.
Nosotros tuvimos conocimiento de que había algo capaz de matar bacterias hasta 1928, cuando Alexander Fleming descubrió la penicilina. Pero no fue sino hasta 1942 cuando Selman Waksman definió los antibióticos como formulaciones antagonistas al crecimiento de microorganismos vivos que, paradójicamente, eran derivadas de otros seres vivos. Es decir: resiliencia natural en su máxima expresión.
Desde entonces se han hecho muchas imitaciones sintéticas de los antibióticos naturales. Fármacos como la penicilina han ayudado a curar enfermedades comunes que antes eran mortales. Pero no todo han sido buenas noticias: los antibióticos sintéticos han generado cepas de bacterias más resistentes.
Cabe preguntarse: ¿pueden hacer lo mismo los antibióticos naturales que los sintéticos?
Algunas pruebas demuestran que sí. En una tesis de la Universidad de Salamanca realizada en 2013 se estudió el efecto de un antibiótico natural y otro sintético en un mismo grupo de bacterias que son altamente resistentes. La conclusión fue que ambos funcionaban igual, tanto en hombres como en mujeres que tenían población de la bacteria en su organismo.
Según una reciente investigación publicada en la Revista Cubana de Medicina General Integral, el uso indiscriminado de antibióticos sintéticos ha generado cepas de bacterias resistentes, así como una deficiente cultura de la prevención en salud que ha cedido su lugar a la curación inmediatista. No obstante, de acuerdo con los investigadores cubanos, los antibióticos naturales no generan bacterias resistentes.
Además, según consta en su estudio, los antibióticos naturales:
favorecen el proceso de regeneración epitelial, estimulan los mecanismos naturales de eliminación, favorecen el funcionamiento de los órganos en general, inhiben el crecimiento de los gérmenes patógenos y aumentan las defensas del organismo.
Con toda esta evidencia de por medio, aquí te dejamos una lista de los mejores antibióticos naturales. Usarlos te beneficiará, y es una acción que promueve el cambio en la cultura de salud global. Sólo recuerda consultar antes a un especialista, pues lo natural no está exento de efectos secundarios.
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Ajo
Es analgésico, antibacteriano, antiespasmódico y antiparasitario. Ayuda a contrarrestar virus y a curar heridas. Es un estimulante del sistema inmunológico. Puede provocar vómito, así que ten cuidado.
Mejor forma de tomarlo
Pica un diente de ajo y tómalo como si fuera una pastilla.
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Miel
Es antianémica, antifúngica y antinflamatoria. Ayuda a contrarrestar virus y es expectorante. Tiene efectos laxantes, así que consúmela cuidadosamente.
Mejor forma de tomarla
Diluida en una infusión o té, o aplicada directamente en heridas, quemaduras o úlceras.
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Jengibre
Es analgésico, antiartrítico, antibacteriano, anticoagulante y antinflamatorio. Ayuda a contrarrestar virus y favorece la expulsión de gases del tubo digestivo.
Mejor forma de tomarlo
Hierve durante 5 minutos un puño de trozos previamente machacados y toma la infusión. Puedes hacerlo hasta tres veces al día.
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Orégano
Es antinflamatorio, antibacteriano y antioxidante. Mejora el sistema inmunológico.
Mejor forma de tomarlo
En aceite. Puedes añadir una gota en líquidos.
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Regaliz
Es antidiurético, antiespasmódico, antihiperglucémico y antioxidante. Estimula el sistema inmunológico y funciona como expectorante. El uso prolongado puede reducir el potasio, así que tómalo con cuidado.
Mejor forma de tomarlo
Hierve una cucharadita de la raíz machacada durante 15 minutos y bebe la infusión. Puedes hacerlo hasta tres veces al día.
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Aloe vera
Es antibacteriano, antimicrobiano y antinflamatorio. Combate los virus y los previene. También es cicatrizante y purgativo.
Mejor forma de tomarlo
Abre una de sus hojas y frota el gel directamente en el área herida.
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Clavo
Es antiséptico, analgésico, antibacteriano y antiviral, aunque no es recomendable si se padece gastritis.
Mejor forma de tomarlo
Hierve 2 cucharaditas de clavo durante 3 minutos, deja reposar 2 minutos y bebe la infusión.
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Acacia
Es antibacteriana, anticatarral, antifúngica y previene la inflamación de la mucosa. Tiene propiedades sedantes que la hacen ideal para lidiar con el estrés.
Mejor forma de tomarla
Hierve un puño de acacia durante 15 minutos, deja reposar y toma la infusión.
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Ajenjo
Es antiamebiano, antifúngico, antihepático y antinflamatorio. Mata a las lombrices intestinales.
Mejor forma de tomarlo
En cápsulas.
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Enebro
Es antibacteriano, anticatarral, antimicrobiano y antiséptico.
Mejor forma de tomarlo
Hierve 1 cucharadita en agua durante 15 minutos y bebe la infusión.
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Eucalipto
Es antibacteriano, antifúngico, antipirético y estimula la secreción nasal.
Mejor forma de tomarlo
Hierve un puñado durante 3 minutos y deja remojando 30 minutos. Toma la infusión. Puedes hacerlo hasta tres veces al día.
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Semillas de toronja
El extracto de estas semillas es antibacteriano, antimicrobiano y antiparasitario. Ayuda a combatir los virus y los previene.
Mejor forma de tomarlo
En gotas. Puedes diluir 40 gotas en medio litro de agua para lavar heridas, y en 1 litro para desinfectarlas.
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Salvia
Es antiséptica, antibacteriana y astringente. Ayuda a expulsar las flemas.
Mejor forma de tomarla
Hierve 2 cucharaditas durante 3 minutos y déjalas reposar 15 minutos. Bebe la infusión.
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Extracto de mirra
Es antibacteriano y antiviral. Puede lidiar incluso con la bacteria E. coli, y ayuda a contrarrestar la fatiga. Pero es antihemorrágico, por lo que no se recomienda durante la menstruación.
Mejor forma de tomarlo
En aceite esencial. Se puede hacer una tintura, por ejemplo, para hacer gárgaras y aliviar problemas bucales.
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Gordolobo
Es antibacteriano, antiinflamatorio y ayuda a mitigar el dolor. Ayuda a combatir infecciones de garganta y tos.
Mejor forma de tomarlo
Hierve 2 cucharaditas de hojas y flores de gordolobo durante 3 minutos. Deja reposar otros 3 minutos y toma la infusión.
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Equinácea
Es antinflamatoria, antibacteriana y estimula el sistema inmunológico.
Mejor forma de tomarla
Hierve dos puñados de las flores y raíces de la equinácea durante 15 minutos, deja reposar 30 minutos y utiliza el agua para lavar heridas, úlceras o infecciones en la piel.