CULTURA COLECTIVA
Si algo caracterizaba a María Félix a ala hora de actuar, eran sin duda sus cejas perfectas. Esas que se arqueaban ante cualquier provocación, como si quisieran llegar al cielo mientras los ojos de la diva se enmarcaban en un brillo único que emanaba con sensualidad. «La Doña» y sus cejas le dieron rostro a la vanidad, al ego y a la belleza mexicana.
Ella lograba el efecto dejándolas crecer lo suficiente para poblar la piel, pero las recortaba dejándoles un buen volumen. Las peinaban con químicos para que no se desalinearan y cada vello mantenía su dirección y tamaño adecuados. Enseguida la definía con lápiz café para que no se viera una plasta negra sobre sus ojos, así le daba también naturalidad. La punta colgaba junto al ojo y le servía de adorno. Ella tenía una mirada perfecta que en parte fue inspirada por las antiguas técnicas egipcias. Cleopatra pintaba sus cejas del mismo modo que la actriz, gruesas cerca de la nariz y delgadas al final, pero siempre manteniendo la forma arqueada y el color oscuro, así como el grosor.
Ambas usaban color y productos extras para hacer de sus cejas un delicado accesorio en el rostro, algo que le daba vida a la mirada y un encuadre a la cara; así como la expresión que define la belleza de una persona. Por ello es importante saber definirla y qué mejor que hacerlo sin maquillaje, así se verá bien siempre y cuando lo sepas hacer, no necesitas pagar grandes cantidades de dinero, basta con practicar y tener paciencia.
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1. Medición
Para saber qué vellos quitar y cuales no, lo ideal es medir la ceja con un lápiz. Mira al frente y pon el lápiz de manera vertical en la orilla de la nariz, ahí será el punto más grueso, luego alinea desde la orilla de la nariz hacia el centro del ojo y ahí será el arco. Para finalizar, otra vez se debe poner de la nariz a la orilla del ojo, y ahí será el final de la ceja.
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2. Marcarlas
Funciona que con un lápiz la definas, así como su grosor, es como marcar un patrón, pero también puede ser sólo una línea que defina el límite de la ceja.
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3. Pinza
La mejor manera de arreglar la ceja es quitando vello por vello, puede ser tedioso y cansado pero es la mejor opción ya que lo arrancas de la raíz y tardará de crecer mucho más. Quita cada uno de los excesos y cuando el diseño esté definido, sigue darle forma.
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4. Peinarlas y cortar
Con ayuda de un cepillo pequeño, se deben peinar hacia arriba y tratar de que los vellos queden parados para cortar con pequeñas tijeras (sirven las de uñas). Es un «despunte» y después se vuelven a bajar. Peinalas hacía atrás y recorta los cabellitos que aún se vean disparejos.
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5. Relleno
A veces quedan espacios por la misma forma de la ceja; se vale que sean rellenados con un lápiz. Pero contrario a lo que mucha gente hace, no se debe pintar como si se estuviera iluminando sobre una hoja de papel. Se trata de poner líneas como si fueran vellos llenando la ceja, ponerlos uno a uno, así se verán más naturales.
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María Félix lucía unas cejas pobladas, en la actualidad, no importa si no lo son tanto, basta con que mantengan una forma bonita y no haya vellitos de más, que estés disparejas o que sean una especia de palsta sobre los ojos. Se trata de que le den seguridad al rostro y enaltezcan la mirada, más no que opaquen cada rasgo facial. «La Doña» levantaba una ceja y le daba un aire altivo que enamoraba a todos, su mirada penetraba en la mente y enmarcaban las facciones finas que poseía.
«A las mujeres nos gusta presumir, dejamos que un mechón de cavello caiga sobre nuestra frente, y con la ceja lo levantas para que se vea la mirada, esa que debe ser altiva y provocativa. Somos bellas y lo podemos presumir, que todos se den cuenta que además de hermosa, eres dominante. Así somos las mujeres».
—María Félix
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Procura que tanto tus cejas como el resto del maquillaje no sean excéntricos, recuerda que menos es más, por ello, consulta los errores que pueden estar arruinando tu maquillaje. También sigue estos consejos para tener un maquillaje discreto.
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