ANDRÉS TÓRREZ TÓRREZ
Tras el descenso de Universitario de Chuquisaca y el intento fallido de Avilés Industrial de Tarija por escalar a la categoría profesional, ha cambiado dramáticamente el mapa del fútbol profesional boliviano, acentuándose un fenómeno que se venía dando en los últimos años.
El mismo es que cada vez con más fuerza, el fútbol rentado de nuestra país, tiende a centralizar sus clubes, por ejemplo en la próxima temporada 2019, solamente 4 equipos aglutinan a los 16 equipos que militan en esta categoría, mientras que los 5 restantes departamentos se deberán conformar con ver por televisión el campeonato de la división profesional.
LOS CUPOS
Santa Cruz que mantiene a sus 6 equipos de la pasada temporada, sigue siendo el departamento con mayor cantidad de equipos, 4 pertenecen a los clubes que dependen supuestamente del aporte de sus asociados, es decir Oriente Petrolero, Blooming, Guabirá y Destroyers, el quinto Sport Boys recibe el apoyo de un importante político y el sexto Royal Pari, pertenece a una empresa inmobiliaria.
El que aumentó su cupo es La Paz, con el ascenso de Always Ready, que con The Strongest y Bolívar, completan 3 plazas, con distinto financiamiento, los atigrados cuentan con el aporte mixto de importantes empresarios y sus socios, Bolívar es gerenciado por la Empresa Baisa de Marcelo Claure, mientras que el equipo millonario, con su ascenso pretende recuperar la masa societaria que en el momento no tiene.
Cochabamba y Potosí, mantienen sus 2 equipos, los vallunos tienen a Wilstermann y Aurora, el primero apoyado por empresarios de ese departamento y sus socios, mientras que los “celestes” ya no son tan el “equipo del pueblo”, al depender también del aporte empresarial.
Los potosinos tienen a Nacional Potosí, con financiamiento de empresarios mineros y Real Potosí, que tiene grandes dificultades para su sostenibilidad, que en los últimos años lo han colocado al borde del abismo.
Finalmente tenemos a San José de Oruro, que es un símil de los otros equipos, es decir depende pura y exclusivamente de los empresarios metidos a dirigentes, fenómeno que conspira para su crecimiento, pero que en buena cuenta le permite vivir, que es lo más importante.
LOS BENEFICIOS
Los beneficios de este centralismo son múltiples para los equipos “grandes”, se abaratan los costos del transporte, porque tomemos como ejemplo a Bolívar, solamente tendrá que realizar 3 visitas fuere del “eje troncal”, también se benefician las empresas de televisión, que no tendrán que desplazar personal a los departamentos de la periferia.
LOS DAMNIFICADOS
Ante esta centralización del fútbol profesional, los más damnificados obviamente serán los departamentos sin representación, por no contar con empresarios privados que si tiene el “eje troncal”, perderse los partidos es lo menos, tendrá que ceder a sus mejores talentos a precio de gallina muerta, además de acentuarse su marginamiento, esta vez por culpa del más popular de los deportes.