Noticias El Periódico Tarija

Una policía compuesta por profesionales, formados en diferentes áreas, debidamente equipada y con acceso a la tecnología precisa para desempeñar su papel es la garantía que necesita la gente. Pero una institución en la que sus miembros no son bien pagados, no están lo suficientemente preparados, algunos deben comprarsehasta sus propios uniformes, que cuenta con armamento obsoleto y no aprovecha de los beneficios de la modernidad solo muestra eso, pobreza y miseria que se traduce en ausencia de control y el desborde de los índices criminales.

Cuando decidimos organizarnos como sociedad creamos instituciones responsables de regir y regular nuestras actividades recurriendo incluso a la coerción para hacer respetar el pacto social sellado. Lo ideal sería que todos nos desenvolvamos dentro de ese marco pero hay quienes viven violentando lo normado y establecido. Lo preocupante es que el nivel de desadaptación a las instituciones y las leyes va en aumento y genera una suerte de zozobrasería que todos nos desenvolvamos dentro de ese marco pero hay quienes viven violentando lo normado y establecido. Lo preocupante es que el nivel de desadaptación a las instituciones y las leyes va en aumento y genera una suerte de zozobra e incertidumbre en quienes deciden quedarse adentro. Hemos aceptado que esos inadaptados son parte de la realidad y nos cuidamos de ellos hasta donde no es posible, luego recurrimos a la policía para que cumpla con el rol definido en la Constitución Política del Estado de brindar seguridad y protección a la ciudadanía.

La permanente proximidad con el hampa termina “maleando” a algunos elementos de la institución verde olivo que son parte de bandas delincuencialespeligrosas que inquietan a la sociedad. Son innumerables los casos en los que efectivos policiales trabajan codo a codo con los criminales, desde operaciones de robo hasta secuestros y homicidios. Hasta la eficiencia y rapidez con la que actúan dependiendo de quién sea la victima lleva a comparar sus resultados cuando la motivación es otra, casos irresueltos por anos de manera inexplicable frente a otros que se resuelven en días mostrando un despliegue y efectividad increíble. Y ¿cómo es eso?, superpolicias en ocasiones y menos que guardias de seguridad en otras.

Para no pecar de subjetivos, los vínculos y relaciones entre policías y ladrones no son exclusivos de nuestro país. Siempre y en otros rincones del mundo este es un tema polémico y de amplio debate. Dicen que “en arca abierta hasta el justo peca” y puede que para muchos policías “las cosas fáciles” propuestas por malvivientes sean muy atractivas y terminen “pecando”. Lo grave es que con estos antecedentes se mire al protector con temor y desconfianza, que no se sepa si es mejor recurrir a la policía o arreglarlo de otra manera y eso “en arca abierta hasta el justo peca” y puede que para muchos policías “las cosas fáciles” propuestas por malvivientes sean muy atractivas y terminen “pecando”. Lo grave es que con estos antecedentes se mire al protector con temor y desconfianza, que no se sepa si es mejor recurrir a la policía o arreglarlo de otra manera y eso lleva a la pérdida del principio de autoridad lo que cala los cimientos de la institución que pierde el respeto ciudadano y se desmorona.

Debemos trabajar en formar verdaderos policías desde dentro, con principios y valores, con convicción y compromiso, que sientan que su obligación principal es el servicio al ciudadano poniendo el pecho en todo momento, que cuenten con el equipamiento y recursos para combatir el crimen, que tengan acceso a un salario digno que les permita a la vez tener una vida digna.