El Comercio
Casi 2.000 migrantes, principalmente hondureños, ingresaron a México y se entregaron a las autoridades luego de haber visto frustrado por policías su intento de entrar por la fuerza.
Las fuerzas federales mexicanas impidieron ayer el ingreso a los miembros de la segunda caravana de migrantes que intentó cruzar por la fuerza, como lo hizo un primer contingente el pasado 19 de octubre, a través del puente internacional que atraviesa la frontera México-Guatemala en el municipio del Suchiate, estado suroriental de Chiapas.
La caravana de inmigrantes entró de forma ordenada a la instalación del Instituto Nacional de Migración (INM) e iniciaron su registro ante esa dependencia. Se informó que luego fueron llevados a un albergue mujeres, hombres y niños.