Noticias El Periódico Tarija

ANDRÉS TÓRREZ TÓRREZ
Parece increíble pero precisamente este miércoles 19 de septiembre, tenemos que ha transcurrido un cuarto de siglo de la hazaña deportiva consumada por un grupo de jugadores al mando del entrenador español Xabier Azkargorta; la clasificación –por primera vez- por méritos deportivos a una Copa del Mundo, en este caso Estados Unidos 1994.
El fútbol boliviano no se ha caracterizado precisamente por obtener lauros en el ámbito deportivo internacional, sobran los dedos de una mano para enumerarlos, la Copa América de 1963 y ésta la del Mundial de 1994.
Se han podido percatar, que con el correr de los años, crecen los homenajes, como también crece la figura de los que concretaron esta épica hazaña, es como que con los años recién se valora en su justa dimensión lo conseguido
Lo que pasa es que desde 1994, el fútbol boliviano ha venido sumando fracaso tras fracaso en las posteriores eliminatorias, es decir desde Francia 1998, Japón-Corea 2002, Alemania 2006, Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018, es decir 6 Copas del Mundo, en que nuestro fútbol se hundió en la intrascendencia y eso a nivel del principal sostén, que es el público, se siente patéticamente en los escenarios deportivos vacíos, cuando se juegan encuentros del fútbol profesional como amateur.
Los dirigentes no miden cabalmente, la repercusión de un fracaso en las eliminatorias mundialistas, cuantas veces los hemos escuchado decir alegremente: “borrón y cuenta nueva y nos prepararemos mejor para el próximo mundial”.
La falta de nuevas hazañas y de nuevos héroes en el fútbol, seguirán haciendo crecer a los que las lograron, eso es definitivo, por más que los dirigentes tengan buenas intenciones, lo que vale son los resultados.
CASUAL O PLANIFICADO
Dicen que las victorias tienen muchos padres, lo que no acontece con los fracasos, algunos personajes se empeñan en hacernos creer que el éxito de las eliminatorias de 1994, fue bien urdido y planificado, pero los pragmáticos consideraran que todo se dio de forma casual, al lector le toca juzgar quien tiene la razón.
Lo cierto es que se dieron circunstancia que jugaron a favor de Bolivia, desde la llegada del “bigotón” Azkargorta y hasta la propia preparación de la selección, comenzando con una inédita huelga de los futbolistas que derivó en que el entrenador pudiera llevar a la selección a un CAR de España por cerca de un mes y el sistema de series que tuvo esa eliminatorias, que además se jugó en solo 3 meses corridos, de julio a septiembre.
Esa eliminatoria coincidió además con la “generación dorada” del fútbol boliviano, teníamos casi a 2 jugadores por puesto, veamos el “diablo” Etcheverry, Platiní Sánchez, Ramiro “chocolatín” Castillo, el “emperador” Julio Baldivieso, Milton “maravilla” Melgar, los goleadores Álvaro Peña y William Ramallo, sin olvidarnos de los defensores Marco Sandy, “Lucho”- Cristaldo Miguel Rimba, el “facha” Quinteros, el arquero Carlos “loco” Truco, los que en definitiva fueros los artífices de que “Bolivia gana y va al Mundial”, que popularizara la familia Valdivia.