Noticias El Periódico Tarija

ANDRÉS TÓRREZ TÓRREZ
En un accidentado encuentro, el elenco de San José derrotó a Nacional La Pampa por 3 goles a 2 y retornó la punta de la tabla de posiciones del Campeonato Clausura de la Primera B, tras completarse la sexta fecha ayer domingo.
Lamentablemente el árbitro del partido Hans Cazón, se convirtió en protagonista del partido, veamos. Sancionó 3 tiros penales, 2 para los “santos” y uno para los pampeños, expulsó a 4 jugadores, 3 del equipo perdedor y uno del ganador, pero lo más lamentable es que arruinó un partido que pintaba para bueno.
San José arrancó con un gol de vestuario, a los 5 minutos Roy Gareca se metió al área no lo pudieron frenar y sólo ante el portero Avalos puso la cuenta 1 a 0, los pampeños reaccionaron equilibraron el desarrollo del partido, pero a los 38 minutos el árbitro sancionó penal en favor de San José, ejecutó Sebastián Burgos y se luce conteniendo el envío el portero Ávalos.
Cual fue la polémica que encendió el partido, en una similar falta en el área de los santos el árbitro no sancionó penal para los pampeños, como lo hizo en el área suya.
En el inicio del complemento, a los 8 minutos René Díaz aumenta para San José, aunque el árbitro con la famosa ley de las compensaciones, sanciona penal contra los “santos” ejecuta Gilmar Sánchez y el partido se vuelve a abrir, pero con los pampeños con uno menos por la expulsión de Cristian Ávalos.
Las cosas se precipitan entre los 37 y 38 minutos se van expulsados Gilmar Sánchez y Gustavo Herrera de Nacional y Alberto Baldivieso de San José, a los 39 minutos Wilder Soliz saca el zapatazo de unos 25 metros para lograr un tremendo gol, a los 44 minutos nuevo penal contra los pampeños y luego de un escandalete del portero Avalos, este le contiene el remate a Choque.
A los 45 minutos Sergio Mealla logra el segundo gol de Nacional y el final del partido casi se empaña, por suerte primó el buen sentido y no pasó nada, pero el árbitro Cazón y los jugadores involucrados deberán hacer su mea culpa sincero de lo que pasó, porque arruinar un partido por exceso de autoritarismo o por lo que sea, no le hace nada bien a la salud del fútbol.