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SAÚL CARDOZO/ BOLINFO/ TARIJA
(elPeriódico-Agosto 02/ 2018)
Tras dos horas de audiencia de medidas cautelares, el juez de Instrucción Cautelar Cuarto en lo Penal, Juan José Torrejón, resolvió dar detención preventiva en el penal de Morros Blancos a un funcionario administrativo del batallón Padilla, imputado por el delito de abuso sexual en contra de su hija.
El fiscal del departamento, Carlos Oblitas, manifestó que el hecho se suscitó el año 2012, cuando un ciudadano, quien es funcionario administrativo de las fuerzas armadas, llegó a su domicilio en horas de la tarde y sacó de la habitación a una de sus hijas, para luego realizar tocamientos impúdicos en las partes íntimas de su otra hija, que en ese entonces tenía 10 años de edad.
“En la investigación se conoce que, en ese entonces, la madre llegó a su casa y le reclamó al ciudadano lo que había pasado; pero, no se sentó la denuncia ante las instancias pertinentes”, dijo.
Oblitas, hizo conocer que hace días atrás recién tomaron conocimiento del hecho y de forma inmediata, luego de realizar las valoraciones psicológicas, se emanó una orden de aprehensión, misma que se cumplió y luego se puso al sindicado frente a un juez cautelar.
La denuncia fue a raíz de una visita que hizo una trabajadora social del Slim al hogar del sindicado, fue ahí donde la funcionaria se dio cuenta del delito.
Asimismo, explicó que se determinó la detención preventiva del ciudadano mientras se continúa con la investigación, esto para determinar la verdad histórica de los hechos, “como los hechos se suscitaron hace varios años atrás, implica más trabajo para tener los certeza del delito”, apuntó.

Antecedentes
De acuerdo a los datos preliminares, la madre contó lo sucedido a una funcionaria del Servicio Legal Integral a la Mujer (SLIM) de Cercado, a mediados de julio. De ahí el caso se puso en conocimiento de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, quienes tras enterarse realizaron una entrevista a la víctima, quien confirmó lo que había sucedido.
La menor dijo en la entrevista que cuando tenía 10 años de edad, un día entre semana al promediar las 4 o 5 de la tarde, ella se encontraba con su hermana menor en uno de los cuartos de su casa, puesto que su madre había salido a trabajar. Todo estaba tranquilo hasta que llegó su padre en estado de ebriedad.

DATO
La menor recuerda que después de ese día, cuando su padre se emborrachaba, él le pedía disculpas a ella y que incluso se disculpó de sano.

DATO
También recuerda que después, cuando ella tenía 13 años de edad, el sindicado llegaba mareado y la llamaba a su habitación para verla de una forma acosadora, rara, que la asustaba.