Si queremos apostar por la máxima seguridad de nuestros hijos, una de las alternativas a tener en cuenta es motivar la transmisión de estos valores en los centros docentes y el núcleo familiar para que ellos sepan cómo desenvolverse en las calles de la ciudad con un programa de seguridad vial, como parte integrante en la educación de los alumnos desde temprana edad.
¿Para qué sirve la educación vial? La educacion vial tiene como principal objetivo potenciar y desarrollar destrezas intelectuales y ciertas habilidades para que los pequeños sepan cómo han de desenvolverse de ahora en adelante en la vía pública, ya sea como un mero peatón o cuando ya tengan edad para conducir un vehículo. Más allá de los centros docentes, es muy importante que los propios progenitores también pongan de su parte, aunque sea mínimamente, con objeto de que sus hijos puedan desarrollar valores, actitudes y normas de comportamiento vial durante sus primeros años. La necesidad de que los adultos acompañen a los pequeños para moverse por las calles de la ciudad responde básicamente a que los menores en sus primeros años todavía no han desarrollado su percepción sensitiva, su capacidad para razonar, habilidades en psicomotricidad o para tomar decisiones con respecto a lo que se puede hacer frente a cualquier problema u obstáculo que se produzca en las carreteras.
¿Qué aprendemos en educación vial para niños? Los contenidos que giran en torno a la educación vial y que podrían recibir nuestros pequeños en los centros docentes van encaminados, por ejemplo, a definir lo que es una vía pública, dejando bien clara su tipología, características y partes fundamentales, así como nociones básicas sobre las normas de circulación y principales señales de tráfico. Como se dijo en líneas anteriores, se intentará desarrollar ciertas destrezas y señales de alerta para moverse como peatón en la ciudad, los posibles riesgos de los accidentes de tráfico o, incluso, los beneficios que una movilidad sostenible puedan proporcionar.
Juegos en educación vial para niños, todos los juegos y actividades que puedan desarrollarse, combinando tanto aspectos lúdicos como meramente informativos, deberán estar adaptados en todo momento a cada grupo de edad, considerando cuál es su nivel de independencia y conocimientos sobre la materia. La idea de este tipo de actividades es recrear situaciones reales que el niño pueda encontrarse tanto en un entorno rural como urbano para que de esta forma sepa lo que debe y no debe hacer en cada tipo de situación, cuál es el significado principal de las señales de tráfico con las que se encontrará en el camino, cuáles son las actitudes más seguras que podemos llevar a la práctica y, por supuesto, fomentar el respeto a los demás, uno de los valores que muchas veces, tanto peatones como conductores no suelen tener en cuenta y que es conveniente potenciar y transmitir desde edad temprana. La educación vial debe ser uno de los pilares básicos en la formación de los más pequeños desde temprana edad si queremos contribuir a su máxima seguridad y protección de su bienestar.
CNL DESP GUSTAVO FELIX GARNICA PEÑARRIETA
DIRECTOR NACIONAL DE INTERPOL