Lo mejor no es tener un amigo que te resuelva todos los problemas, sino uno que no te deje solo para resolverlos.
Los sentimientos ni se venden ni se compran, se regalan.
El amor verdadero no se busca, se siente.
Hay quien olvida sin despedirse de ti, mientras que otros se despiden, pero nunca olvidan.
La disculpa no siempre es el reflejo de la razón, sino el de nuestro amor por alguien por encima del ego.
Te darás cuenta de que es tu amor verdadero cuando los silencios sean una sinfonía para tus oídos, cuando la vida no te pese a su lado.
Si quieres ser feliz, no solo tendrás que pasar página, sino cerrar bibliotecas.