Los Tiempos
Una calma relativa reinaba ayer en la Franja de Gaza, gracias al acuerdo de alto el fuego entre Israel y el movimiento islamista Hamás, que controla el enclave, tras una escalada de violencia que el viernes costó la vida a cuatro palestinos y un soldado israelí.
Aunque Israel no confirmó el acuerdo de tregua, que entró en vigor poco después de la medianoche, los intensos bombardeos israelíes del viernes en Gaza cesaron.
Tampoco hubo nuevos disparos de cohetes palestinos hacia Israel, indicaron fuentes israelíes y palestinas.
El ejército israelí anunció sin embargo que uno de sus tanques atacó ayer por la mañana un puesto militar de Hamás en reacción a un intento de infiltración en Israel desde el norte de la Franja de Gaza. “Gracias a los esfuerzos de Egipto y de la ONU, alcanzamos un acuerdo para volver al estado de calma anterior, entre la ocupación (israelí) y las facciones palestinas”, dijo durante la noche un portavoz de Hamás, Fawzi Barhoum.