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Cultura Colectiva

Tal vez detrás de esa mala imagen que has creado a partir de tus hábitos se esconda un verdadero genio.

Sí, Einstein no era bueno en matemáticas; Bill Gates nunca terminó sus estudios universitarios y a Thomas Alva Edison le dijeron que era «demasiado estúpido para hacer cualquier cosa»; no obstante, ellos y muchas otras personas a las que hoy consideramos grandes pensadores lograron cosas espectaculares mientras dejaban de lado la vida rutinaria que sus padres o toda la sociedad había preparado para ellos.

A diferencia de muchas personas que los citan como ejemplo para justificar una actitud mediocre, estos personajes no pasaron horas sentados frente a un televisor comiendo papitas o viendo porno en jornadas maratónicas. Dejaron que su vida fluyera a su conveniencia. Pero ¿cómo saber que una persona es un genio sin tener que esperar a que la historia lo reconozca? Es posible que ya hayas escuchado hablar de las pruebas que miden tu IQ a partir de diferentes modos de razonamiento; sin embargo, detectar tus «malos hábitos» también podría delatar si eres una persona con altos niveles de inteligencia.

Procrastinar

No se trata de dejarlo todo para más tarde o el simple gusto de no hacer absolutamente nada. Cuando te vean «perdiendo el tiempo» muchas personas creerán que sólo estás evadiendo tus tareas; no obstante, incluso sin que tú te des cuenta de ello, lo que en realidad está haciendo tu cerebro es buscar alternativas fáciles y efectivas para solucionar cualquier problema.

Soñar despierto

Dejar que tu mente viaje a otros sitios en los que quisieras estar mientras trabajas, puede ser una buena señal. Independientemente de lo que puedan decir tus jefes, darte un tiempo para «pensar en pensar» es lo ideal cuando tienes un trabajo que requiere mucha creatividad, pues esto te ayuda a despejar tu mente de todo lo que la contamina.

Desordenado

Tener un lugar desordenado no quiere decir que eres la peor persona que haya pisado la Tierra. Gracias a un estudio realizado en la Universidad de Minessota, podemos decir que quienes se rodean del desastre es porque tienen bien claros sus objetivos y desean llegar a estos antes que tener limpio un lugar que volverá a ensuciarse. Vamos, ellos saben separar las cosas importantes de las que no lo son.

Decir groserías

A todos los que te han dicho que tienes un vocabulario limitado puedes mandarlos a $%&*ç^+#, pues detrás de cada «mala palabra» se encuentra el indicio de un conocimiento mucho más detallado del lenguaje. Al menos eso fue lo que arrojó un estudio realizado por investigadores del Marist College en Estados Unidos.

Impuntualidad

Uno de los rasgos más importantes de las personas inteligentes es que tienden a ser optimistas, es por ello que creen que incluso el tráfico y el tiempo estarán a su favor. Así que antes de acudir a cualquier compromiso querrán realizar todo tipo de actividades, las cuales evidentemente les robarán más tiempo del que deberían disponer.

Dormir mucho

Gracias a un estudio realizado en la London School of Economics and Political Science, hoy sabemos que la razón por la que las personas más inteligentes duermen demasiado es porque pasan algunas noches en vela. Además, esto se trata de una cuestión casi evolutiva, pues en el mismo estudio revela que a comparación de otras generaciones, la nuestra tiene actividades que sólo pueden realizarse durante la noche.

Ser ansioso

No hay duda de que la inteligencia nos hace ver las cosas desde una perspectiva completamente distinta a la de los demás; lamentablemente, ésta a menudo apunta a una realidad cruda y un poco amarga que hace que nos sintamos ansiosos y con un poco de miedo ante el lo que nos depara el futuro.

Usar drogas

¡Atención! Esto no quiere decir que consumir drogas te hará más inteligente. Lo cierto es que de acuerdo con un artículo publicado en Psychology today, las personas inteligentes consumen drogas psicoactivas porque buscan nuevas formas de explorar su propia mente; lo que a la vez provoca una evidente apertura hacia nuevos horizontes.

Discutir

Para este punto hay que destacar que no es lo mismo discutir que imponer tus ideas. Quien tiene un buen nivel de IQ nunca ve una discusión como una pelea bochornosa y sin sentido; sino como la oportunidad de conocer nuevos enfoques sobre un tema que quizá domina o pretende dominar.

Beber alcohol

Al igual que ocurre con las drogas, este hábito no es del todo bueno. Sobre todo si es vino, el consumo de alcohol está ligado a la inteligencia pues según datos del British Cohort Study, las personas con un IQ elevado son más propensos a sufrir problemas del alcoholismo.

Probablemente llamarlos «malos hábitos» sea algo injusto; no obstante, el no ser bien vistos dentro de la sociedad es lo que los convierte en actitudes poco aceptadas ante la gente. Lo cierto es que justificar un día de flojera con tu supuesta genialidad no es sólo un insulto a las mejores mentes de la historia, sino hacer un chiste de ti mismo.