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«Vanity Fair», cinta dramática de Mira Nail, fue el proyecto que por primera vez presentó con gran claridad la importancia de la apariencia. Misma con la que cualquiera podría transformarse, no sólo por fuera sino en esencia, en todo lo que siempre ha soñado. Resse Witherspoon interpretó a Becky, un personaje al que sólo le importaba conseguir la vida privilegiada que nunca tuvo. Esta historia, inspirada en la novela homónima de William Makepeace Thackeray es un vibrante retrato de la desesperada búsqueda de una mujer que anhela vivir como una integrante de la socialité inglesa.

La ambición de Becky puede parecer superflua, pero más allá de los lujos, beneficios o riquezas que intenta alcanzar, su sueño es motivado por algo mucho más profundo. La intención de ser otra, repleta de estética, inmersa en sofisticación e identificada por la perfección de su belleza, rompe las barreras de lo físico para volverse parte de la nueva esencia de este personaje. Después de un largo camino, Becky descubre que su transformación, por extraño que parezca, no va de adentro hacia afuera. Pues cada detalle con el que ella decide transformar su look completo, desde el volumen en su peinado hasta  brillo de sus zapatos, es lo que le abre las puertas a un mundo al que siempre intentó pertenecer.

No se trata de mentir ni de olvidar quiénes somos. Transformar nuestra apariencia para vernos como siempre quisimos es cuestión de inteligencia y amor propio. La apariencia física es parte del ir y venir de todos los días, en ella se encuentra plasmada la historia de todos nuestros años y la intención de nuestros deseos. Un corte de cabello, el color de un esmalte, la seguridad de nuestro andar, el acabado de una prenda, el tono de un labial y todo lo que conforma la parte exterior de nuestra personalidad habla por cada una. Y aunque no todos comprendan la importancia de procurar esta parte de ser mujer, cada una debe prestarle la atención y el tiempo necesario a cada detalle de su aspecto hasta perfeccionarlo.


El cabello, por ejemplo, es un detalle que continuamente dejamos al último o que simplemente subestimamos. Un corte adecuado y un peinado estético jamás serán innecesarios; sin importar si nuestro estilo se destaca por un par de prendas baggy, una combinación kitsch o un look boho, el cabello siempre debe lucir acorde al tipo de rostro que tengamos y en armonía con nuestra personalidad.

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Rostro cuadrado = Largos simétricos sin capas

Características: Rostro de ángulos rectos, mandíbula pronunciada, pómulos prominentes y frente amplia.

Corte perfecto: Deja tu cabellera lo más larga que puedas y preferentemente en forma recta. Si prefieres un corte degrafilado sólo cuida que las capas comiencen de tu barbilla hacia abajo.

Peinado sugerido: Elige un peinado con raya en medio para que las dos secciones largas de pelo logren suavizar la rectitud de tus ángulos. También rozar con ondas sutiles las puntas de tu cabello para que la forma de tu mandíbula equilibre.

 

Rostro redondo = Corte shag o medio degrafilado

Características: Los ángulos no están bien definidos, y el largo y ancho del rostro miden casi lo mismo.

Corte perfecto: Evita las capas cortas, esto sólo evidenciará la redondez de los bordes de tu cara. Opta por flecos largos que caigan a la altura de tu barbilla para definir tus mejillas.

Peinado sugerido: No uses la raya en medio, esto provoca que tu rostro se vea más ancho. Elige un largo a los hombros partiendo de algún lado, inclusive un poco más arriba, para adelgazar tus facciones.

Rostro ovalado = Long bob o largo con flequillo

Características: Hay gran equilibrio entre la frente y la mandíbula, lo que hace que el contorno del rostro de alargue como un óvalo.

Corte perfecto: Los cortes asimétricos y las capas desiguales más o menos largas le dan el mejor movimiento a tu cabellera.

Peinado sugerido: Este tipo de rostros se adecuan a casi cualquier peinado, pero el que más elegancia le gana al rostro ovalado es el long bob totalmente lacio.


Rostro corazón = Pixie o corto con mohawk

Características: Una frente amplia y una mandíbula angosta caracterizan al rostro en forma de corazón, en el cual los pómulos suelen resaltar.

Corte perfecto: Los cortes rectos a la altura de los hombros le dan balance al rostro y los estilos arriba de las orejas brillan en este tipo de caras.

Peinado sugerido: Lo que más beneficia a la forma corazón es que el cabello se vea ligero y con poco volumen, por ello el estilo wet o un peinado con tupé es el adecuado.

 

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Para identificar la forma de tu rostro hazte una coleta y recoge todos los cabellos que queden fuera de su lugar con un pasador. Si crees que es necesario toma algunas fotografías de tus perfiles para poder verlos claramente. Después compara tu tipo de rostro con algunas imágenes de este artículo e identifica cuál será el corte que te favorecerá más. Prueba sin miedo, recuerda que el cabello crece y que siempre estás en la mejor etapa para buscar el estilo que define a la perfección tu personalidad y que estiliza tu apariencia con todo su potencial.