Cultura Colectiva
Tener senos grandes o prácticamente no tenerlos, he ahí la cuestión.
A cierta edad es imposible que se haga esperar ese momento preciso para que toda mujer se cuestione sobre el tamaño de sus atributos naturales y se jacte de haber sido bendecida por el universo, castigada por el destino o que prefiera intervenir quirúrgicamente su apariencia de una vez por todas. Superando esa etapa en que cualquier desarrollo físico causa un trauma –bueno o malo–, sentir que se vive en alguno de los dos extremos anatómicos es un infierno; tener una copa “C” te convierte en un objeto inmediato del deseo y ser una doble “A” en una réplica masculina de la feminidad. Los cánones de sexualidad con los que hemos crecido y las exigencias eróticas que nos hemos implantado han resultado en vanaglorias para la silueta hipervoluptuosa y una condena para la reducida.
Por décadas se nos ha impuesto, con una asimilación generalizada y terriblemente exitosa, que la mujer con grandes senos es el prototipo ideal de belleza. Aunque dichas particularidades parecen surgir de un instinto biológico y las excitaciones psicológicas, son más bien de índole cultural, que se le han atribuido tales características. Pensemos en los signos de fertilidad y erotismo que éstas suscitan entonces. No obstante, la banalización que se ha depositado en ellas durante los últimos tiempos tiende más hacia la cosificación del deseo y una serie de complacencias masculinas, que nada tienen que ver con ser mujer y la aceptación del propio cuerpo que cada humano tiene derecho a disfrutar.
En estas líneas de pensamiento extendido y de total mercantilización femenina, se ha pasado por alto que en realidad el diseño textil y las vanguardias del fashion se pueden disfrutar con mayor fuerza gracias a una anatomía de senos pequeños. ¿El motivo? Muchas estructuras del vestir se llevan de manera más plena como consecuencia de un busto reducido, no sin antes mencionar la seguridad que éste puede catalizar en diversos arreglos personales.
No se trata de menospreciar o satanizar a las mujeres de curvilínea figura, sino de hacer notar que un pecho moderado cuenta con las mismas ventajas que cualquier otro y quizás más. A continuación, algunas razones de gran peso.
Cuando luces un pronunciado escote es posible prescindir del brasier sin ningún problema; siempre y cuando, por supuesto, se mantenga todo en su lugar con las herramientas correctas.
Una camisa o blusa se puede llevar desabotonada sin lucir poco profesional o llamar la atención de manera incorrecta. Aunque el trasfondo de esto invite también a reflexionar que, de hecho, ninguna abertura en la ropa debería invitar a nada.
Puedes dormir boca abajo. Sí, usando la prenda que prefieras y sin un dolor insoportable al despertar.
Siempre encuentras el tamaño justo para tu cuerpo y el diseño deseado. Esas historias de tener que buscar incansablemente una talla apropiada o conformarse con los modelos exclusivos para copas grandes no existen.
Cualquier tipo de bañador acomoda. Nada de sorpresas ni de ajustes constantes en la playa o piscina.
Muy probablemente no tienes dolores o problemas de espalda; por lo menos no de esos que son consecuencia de un peso exagerado al frente.
Te ejercitas con mayor facilidad y no te enfrentas al terror de sentirte comprimida en un bra deportivo.
Evades esas preguntas fisgonas de una sociedad poco educada que constantemente cuestionan sobre la veracidad de tus senos. A nadie debería importarle, pero en el proceso, no está nada mal salir del foco.
Aprendes a utilizar tu sensualidad, provocación y atractivo con base en otras cosas que no son lo que el resto espera. Un gran vestido, un crop top irreverente, un cómodo bralette o un jump suit llamativo se vuelven piezas de verdadera atracción sin recurrir al elemento trashy.
No importa cuánta presión exista sobre el cuerpo femenino. Hoy ya no es ese día en que se tenga que satisfacer a absolutamente nadie en términos visuales u “obligaciones” sexuales. Tener un par de senos pequeños, diminutos incluso, es lo mejor que pudo haberte ocurrido por muchas razones. Salud, confianza, diseño y demás. Con este tema puedes revisar algunos Ejercicios que puedes hacer para mantener tus senos firmes si no te gusta usar brassiere y 5 razones para comenzar a llevar una vida braless.