ERBOL
Claudia Soruco – Erbol
Una Cancillería define las relaciones internacionales y de integración de un Estado, a través de su servicio de diplomacia, por lo que la política exterior y la política diplomática son ejes fundamentales para el desarrollo de un país. Sin embargo, analistas y autoridades manifiestan que el actual servicio diplomático de Bolivia no responde a las necesidades de un personal calificado de representación en el exterior.
“Uno de los errores del actual gobierno de Evo Morales es no haberse ocupado por construir un cuerpo diplomático acorde al momento histórico que vivió Bolivia desde el 2006. Bolivia hoy es más reconocida de lo que era hace quince años, pero es un merito que cae en saco roto porque no ha sido acompañado de una estructura profesional. Se han nombrado cancilleres también de origen indígena que sobre todo marquen un símbolo más que una gestión efectiva”, opina el abogado y analista político Álvaro del Pozo y recuerda que hasta hace más de una década en Bolivia un 90% de embajadores y embajadoras contaban con carrera diplomática, y hoy, esa cifra no llega ni al 15%..
Durante la VIII Reunión de Embajadores y Cónsules de Bolivia, en diciembre de 2017, Morales pidió a sus representantes diplomáticos mayor compromiso, “más esfuerzo, más sacrificio por el pueblo (…). Bolivia es una referencia regional y está en manos de ustedes que sea una referencia mundial”, dijo. Pero para el ex embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas. (2009 a 2011), Pablo Solón, la política internacional de Bolivia hoy ha perdido credibilidad por no concordar el discurso con la práctica.
“Hubo un primer momento de avance y posicionamiento de una agenda distinta en el marco multilateral, sobre todo en Naciones Unidas, pero hoy entra en conflicto con lo que se está haciendo dentro de Bolivia. Por un lado se defiende y se habla de los derechos de los pueblos de armonía con la naturaleza y por otro se reprime a pueblos indígenas. Así que la política internacional empieza perder credibilidad, porque no se practica lo que se pregona y eso ha hecho que hoy tengan mucho menos audiencia sus propuestas”.
Este medio envío una solicitud a la Cancillería para una entrevista con su máxima autoridad, Fernando Huanacuni, y la obtención de datos sobre las y los embajadores que representan al país en el extranjero y sus respectivos perfiles profesionales, sin embargo no obtuvo respuesta.
Recientemente representantes de la oposición denunciaron que las designaciones de los funcionarios en el exterior se generan sin tomar en cuenta aspectos meritorios como la trayectoria y carrera diplomática, siendo que se conoce de abogados, ex militares y dirigentes que ocupan y han ocupado cargos importantes en diferentes embajadas y consulados.
“Los representantes que están yendo a otros países son una especie de premios consuelo como ex autoridades, comandantes y dirigentes del MAS que no tienen capacidad ni formación en temas de diplomacia y por ello estamos muy mal representados. Bolivia tiene uno de los perores servicios diplomáticos de la región con representantes sin carrera diplomática”, manifestó el diputado de Unidad Demócrata (UD), Amílcar Barral, quien en días pasados denunció sobre tres nuevos casos de nepotismo en el Ministerio de Relaciones Exteriores, acerca de hermanos que trabajan en esa institución estatal.
De igual manera el Arzobispado de Cochabamba, en días pasados, denunció que el actual primer secretario en la embajada de Bolivia ante la Santa Sede en Roma ejerció el sacerdocio sin haber sido consagrado.
Para hablar sobre este tema, Erbol solicitó una entrevista con la senadora por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Eva Copa, miembro de la Comisión de Política Internacional de la Cámara de Senadores, y tampoco hubo viabilidad.
Perfiles de los cancilleres de la región
Los ministerios de Relaciones Exteriores de Ecuador, Perú y Bolivia puntualizan en sus directrices la necesidad de un posicionamiento en el área de la diplomacia para consolidar soberanía, integración y respeto de sus estados. En el caso de Bolivia, por ejemplo, su misión la enfoca como “una entidad que desarrolla la gestión de la política exterior para la defensa de la soberanía, independencia e intereses del Estado, mediante la aplicación de la diplomacia de los pueblos (…)”.
“Las relaciones internacionales son una política de Estado y en estos años no hemos visto más que frases con la diplomacia de los pueblos, que se ha traducido solamente en la realización de eventos y no de consolidar a profesionales en diplomacia dentro de las funciones en el exterior”, manifiesta el analista Álvaro del Pozo y explica que antes del 2006, la Cancillería boliviana contaba con al menos un 93% de su personal en el exterior con carrera diplomática. “Y en estos años se comenzó a hacer nombramientos un poco improvisados y la diplomacia estructural no fue importante para el gobierno, se nombró hasta militares y jugadores de futbol en embajadas. No se consideró profesionales idóneos, en estos últimos años. Se han visto en la diplomacia casos y denuncias de acoso, corrupción y se ha distorsionado esta labor”.