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Agencias

La reimposición del embargo económico por parte de Estados Unidos a Irán tras el abandono del pacto nuclear crea un problema a Donald Trump: eleva el precio de la energía porque restringe el suministro. Solución, que otro país reponga lo que falta. Arabia Saudí sale en su auxilio al comprometerse a responder a su petición.

El rey saudí Salmán bin Abdelaziz ha mantenido este sábado una conversación telefónica con Donald Trump en la que abordaron los términos acordados en la última reunión del cártel de los países productores (OPEP), en el que no participa Estados Unidos. El monarca le ha garantizado que van a hacer todos los esfuerzos necesarios para equilibrar el suministro y la demanda, “para compensar cualquier déficit”.

En el intercambio entre los dos mandatarios, hecho público por un tuit del presidente y por la agencia oficial de noticias saudí, también se ha discutido la disrupción en la producción que está creando las “revueltas” en Venezuela. Trump ha indicado también en su cuenta en Twitter que había hablado con el rey “para explicarle” que se necesitan dos millones de barriles diarios más en el mercado para compensar.

“El precio está demasiado alto”, ha lamentado Trump, “él está de acuerdo”. El propósito del incremento, insiste, es dar “estabilidad” al mercado de la energía y que el encarecimiento del crudo no lastre el crecimiento económico. El barril de referencia en EE UU se negociaba el viernes cerca de los 75 dólares, un nivel que no se veía desde hace cuatro años. El precio empieza a ser problemático a partir de los 80 dólares.