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Tarija y Santa Cruz los Departamentos con más actividad sísmica en Bolivia

• El sacerdote Alejandro Corrado del Convento Franciscano de Tarija en el año 1862 registró movimientos y temblores en el territorio del Chaco. Un temblor registrado en el año 1874 averió la capilla de Aguayrenda, que había sido concluida e inaugurada días antes.
• El mapa de Zonificación Sísmica de Bolivia identifica a La Paz, Cochabamba, Chuquisaca, Tarija y parte de Santa Cruz como los Departamentos que más actividad sísmica registran. El estudio incluye registros desde el año 1650 a 2016.

El Terremoto de Yacuiba ocurrió el 23 de marzo de 1899 a horas 08.00 registrando su epicentro en las coordenadas geográficas 22°10′12″ de latitud Sur y 63°47′59″ de Longitud Oeste. La magnitud estimada fue de 6,4 en la escala de Richter a una profundidad de 30 km y de una intensidad de “Grado VIII” en la escala de Mercalli, registrándose tres muertos y varios heridos. El movimiento telúrico, afectó destruyendo la localidad de Yacuiba, y varias localidades de la provincia de Salta, Argentina.

Según el registro histórico; el sacerdote Alejandro Corrado del Convento Franciscano de Tarija, en el año 1862 registró movimientos y temblores en el territorio del Chaco, siendo uno de ellos el temblor de 1874 que averió la capilla de Aguayrenda, que había sido concluida e inaugurada días antes. De acuerdo al Informe del Comisionado demarcador de límites, Eudoro Galindo Calvimontes, “…se registraron remesones violentos y seguidos en dirección de sur a norte, golpes desiguales con bruscos cambios. La duración de estos fenómenos naturales no pueden precisarse porque los testigos discrepan en sus opiniones desde una duración de minutos hasta todo el día con intermitencias y disminución paulatina de fuerza que o puede ser apreciada por los ánimos aterrados. A las tres de la tarde volvieron a aumentar los sacudimientos, las bestias domesticas se estrechaban espantadas, se abrieron grietas en todas direcciones, tragándose todo lo que había encima”.

El registro histórico continúa señalando que “…de la región de Campo Grande invadió una agua cenegosa, descargó una lluvia torrencial acompañada con intensas, descargas eléctricas, los sacudones eran acampados de grandes ruidos subterráneos tanto de debajo de la población como en la inmediata serranía. El estruendo se iniciaba en la región de Itiyuro a Yacuiba y se prolongaba en toda la mas de los cerros, a la vez que los farallones y líneas enteras de cumbres se derrumbaban dejando al descubierto la peña viva”.

El informe del ciudadano Galindo Calvimontes fijó como epicentro del movimiento sísmico a Yacuiba y produjo los siguientes daños: Destrucción completa del pueblo de Yacuiba, desaparición de las vertientes de agua, surgimiento de vertientes de aguas salinas y alumbre (sulfato cáustico). El día 24 de marzo de 1899 el periódico La Estrella de Tarija informaba a la comunidad del Departamento en torno a este hecho con los siguientes conceptos: “Temblores.- Fuertes sacudimientos de tierra se han sentido en esta ciudad en la noche del 22 del corriente, la mañana, el mediodía y la noche del 23. El movimiento oscilatorio parecía de Oriente a Occidente”. La información difundida por el periódico local, confirmaba lo anunciado por el sacerdote Alejandro Corrado del Convento Franciscano de Tarija, en el año 1862

Según estudios publicados en el año 2010 por científicos de la Universidad de Hawái (EE.UU) existen riesgos de sismos en la región del Chaco boliviano, cuyo epicentro se origina en la falla geológica de Mandeyapecua ubicada en el Departamento de Santa Cruz, en el límite con Chuquisaca. La falla de Mandeyapecua, según el geólogo Mario Suárez, está activa desde finales del siglo XIX. En la zona se registraron dos terremotos importantes. Uno sucedió el 23 de septiembre 1887 que registró 7 grados y el segundo fue el 23 de marzo de 1899. Desde entonces no se han reportado sismos de gran magnitud. En la zona del Chaco boliviano, de acuerdo con San Calixto, se registran sismos superficiales de un promedio de 3,5 grados Rictter. La amenaza de que un movimiento sísmico afecte al Departamento de Tarija está latente, según la publicación de la revista científica Nature Geoscience divulgada por El Periódico de Tarija en su edición de 19 de junio de 2018 en su página 10.

FALLA GEOLÓGICA
DE MANDEYAPECUA

Científicos de la Universidad de Hawái (EE.UU.), el año 2011 alertaron sobre el riesgo de que un megasismo de 8,9 grados en la escala de Richter, podría sacudir la región del Chaco boliviano, cuyo epicentro sería la falla geológica de Mandeyapecua, ubicada en el Departamento de Santa Cruz, límite con Chuquisaca. El estudio realizado no señalaba una fecha precisa para el fenómeno. De acuerdo con la teoría difundida por la revista científica británica Nature, al menos dos millones de bolivianos que viven en localidades cercanas a este lugar estarían expuestos a las consecuencias de un terremoto125 veces más potente de lo que auguraban anteriores estimaciones. El Observatorio San Calixto de La Paz, institución oficial dedicada al monitoreo sísmico en Bolivia no han confirmado ni descartado tal posibilidad, aunque, por los antecedentes sísmicos de la zona, se cree que no hay grandes probabilidades de que se registre un terremoto de esa magnitud en el país.

Las placas tectónicas Nazca y Sudamericana se encuentran en el subsuelo de los países del Cono Sur, entre ellos Bolivia. La tensión entre estas produce deslizamientos de bloques de la corteza terrestre y, en consecuencia, temblores. La falla de Mandeyapecua está activa desde finales del siglo XIX. En la zona se registraron dos terremotos importantes. Uno sucedió el 23 de septiembre 1887 de aproximadamente 7 grados y causó destrozos en Yacuiba. El segundo fue el 23 de marzo de 1899. En la zona del Chaco boliviano, de acuerdo con el observatorio de San Calixto, se registran sismos superficiales de un promedio de 3,5º.