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Un dosis de MDMA resuelve todos tus problemas. Cuando la sustancia explote dentro de ti y se dispare a todas las partes de tu cerebro, los neurotransmisores necesarios para tener claridad mental comenzarán a trabajar. La felicidad y euforia paralizada en tu ser comenzará a fluir a toda velocidad por tus venas. Las sensaciones que experimentarás te harán sentirte afortunado de ser tú y de estar aquí. Tus pensamientos no serán más que ideas transparentes, conceptos directos e intenciones positivas. Tus inteligencia emocional, por primera vez, te dominará.

Evidentemente, conseguir plenitud mental no deberían ser resultado de un viaje con drogas, sino una capacidad desarrollada. Así como aprendiste a comer con cubiertos, a decir gracias, a sonreír para empatizar o a aguantarte las lágrimas para disimular; pensar, sentir y actuar con inteligencia debería ser un hábito y no una dificultad.

La inteligencia emocional, a pesar de ser un concepto hipotético y abstracto, forma parte de lo imprescindible. Esta agrupación de cogniciones y conductas funcionan para apreciar y expresar de manera justa, consciente y coherente las emociones propias y las de los demás. Pero, ¿cómo conseguirla?

No existe fórmula absoluta para convertir el caos sentimental en inteligencia emocional, pero sí es posible readaptar nuestras concepciones a partir de ciertos pensamientos positivos.

15. No necesito una pareja o un compañero para sentirme completo.

14. No debo preocuparme, sé que puedo solucionar esto.

13. No soy un experto en el tema, pero puedo aprender para volverme uno.

12. Hay tiempo para todo, así que no debo presionarme.

11. Las respuestas existen, sólo es cuestión de buscarlas.

10. No debo sentirme culpable de no hacer nada, también me merezco un descanso.

9. Mi tiempo es valioso, por ello sólo lo comparto con quien deseo.

8. Me rodeo de personas que me hacen bien, porque nada debe obstaculizar mi felicidad.

7. Te perdono y me perdono, pues deseo continuar con mi vida.

6. No soy egoísta, pero si yo no estoy bien nada a mi alrededor lo estará.

5. No hay decisiones equivocadas. De todos los errores he aprendido una gran lección.

4. Está bien sentirme perdido en ocasiones, solo así puedo reencontrarme.

3. Es mi decisión dejarme afectar por las palabras y/o acciones de los demás.

2. No soy perfecto, pero sí único y eso es maravilloso.

1. Siento y reacciono; no obstante, controlo la forma en que lo hago.

No se trata de limitar tu opinión o reprimir tus emociones, sino de manejar tu sentir para procurar lo que tu cuerpo y mente experimenta. Respetar tus sentimientos es igual de importante que cuidar tus palabras para no lastimar a los demás. Despertarte e irte a la cama con una lista de ideas positivas en tu cabeza, es tan sano y necesario como una rutina de ejercicios en el gimnasio. Tu alma también requiere de paz y ésta la puedes alcanzar a partir del equilibrio entre lo que piensas, sientes, deseas y haces. Es decir, las personas con inteligencia emocional y –por lo tanto– sus pensamientos, siempre son coherentes. Inténtalo.