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Cultura Colectiva

El blush puede causarte enfermedades respiratorias graves.

Existe un dicho popular que reza «la belleza cuesta». Con esto se refiere al dolor, al tiempo y claro, al valor monetario. Éste último detalle fue una de las entradas económicas más importantes para Estados Unidos en 2016, en especial por parte de la comunidad latina, misma que gastó cerca de 170 mil millones de dólares en productos de belleza.

Gracias a esto, en el país vecino se ha creado una idea —un tanto arraigada— en la que aseguran que las mujeres latinas tienen predilección por su apariencia física. Por ello es que invierten mucho tiempo y dinero en mejorarla, ya que esperan borrar algunos rasgos característicos. Esto es un estereotipo, está de más decirlo, pero la realidad es que se estima que a nivel mundial, son las mujeres pertenecientes a Latinoamérica quienes usan más productos para embellecer su apariencia, apenas por debajo de las asiáticas (principalmente las coreanas).

Sin embargo, no importa cuál sea la procedencia de las mujeres y tampoco qué tanto dinero inviertan en cosméticos. El daño que estos generan en el organismo es incomparable. No sólo causan alteraciones en la piel o tienen químicos tóxicos cuyos daños son conocidos, algunos de ellos pueden generar severas alteraciones en lugares y órganos que jamás se pensaría. Es por ello que te mostramos algunos daños que la «belleza» le causa al cuerpo y que quizá has estado pasando por alto.

Cuando te pintas las uñas dañas tus riñones

El esmalte tiene un químico llamado dibutilftalato (DBP). Este químico es una toxina reproductiva que al ser inhalada se aloja en los riñones, principalmente, y está integrado en los esmaltes de uñas, por lo que al pintarlas, se evapora llegando a tu nariz y de este modo entra al organismo. De igual forma, existe el llamado tolueno, otro químico que también se aloja en los riñones ocasionando insuficiencia renal en escalas menores.

Comes cerca de 4 kilos de labial en tu vida

Cuando te aplicas un poco de lipstick en las mañanas, éste se queda en tu taza cuando bebes, en la servilleta al limpiarte y en los labios de tu novio. Sin embargo, también se queda un poco en la lengua cuando la pasas sobre los labios, en los dientes cuando hablas y, poco a poco, el producto se va introduciendo al organismo, juntando cerca de 4 kilos de productos para los labios dentro de un estómago, esto sin contar lo que desechas en heces fecales y orina.

Matas la melanina de tus pestañas con el rímel

La melanina le da color al pelo, piel y ojos. No es que el rímel vuelva de color blanco tus pestañas, pero al desaparecer la sustancia que le da color, le resta fuerza a cada pelo. Es decir, cada que aplicas rímel las debilitas un poco, en especial si no te desmaquillas antes de dormir. Además, trozas cada pestaña e incluso, la arrancas desde la raíz cuando han pasado muchas horas después de aplicarlo, puesto que se seca y, por lo consiguiente, se vuelve una masa dura y muy penetrada en los vellos oculares.

Tu piel se llena de ácaros por cubrir los poros con maquillaje

Estos pequeños arácnidos se mantienen vivos únicamente por 70 días, pero es suficiente para fecundar cerca de 120 huevos que irán reproduciéndose más y más hasta que la superficie en donde se encuentran sea su hogar oficial, por decirlo de alguna manera. Al aplicar una base de maquillaje tapas los poros y generas grasa en ellos, por lo que esta consistencia y ambiente aceitoso se convierte en el hogar favorito de los ácaros. Si a esto sumas la ropa de cama y el clima, tienes como resultado un rostro repleto de bacterias.

El delineador es el principal causante de conjuntivitis

Luego de un estudio realizado en España, se llegó a la conclusión de que las mujeres y personas que aplican delineador en sus ojos lo hacen por dentro del lagrimal, lo cual es completamente peligroso, ya que por la consistencia acuosa se deshace la pintura y con ello se quedan algunas partículas dentro de la cavidad ocular. En ocasiones, estos pequeños trozos navegan dentro y se adhieren a la retina, la cual se «raya» y perjudica la visión. Si estos pequeños pedazos no se extraen rápidamente, pueden acumularse y luego de días, meses e incluso años, mutan en una conjuntivitis que puede ser de leve a extrema.

La crema hidratante y rejuvenecedora puede decolorar tu piel

La mayoría de este tipo de cremas contienen sustancias como colágeno que impiden que la piel se arrugue. Sin embargo, el uso excesivo de ellas podría causar irritación, manchas rojas y picazón, lo cual es un indicativo de una pérdida considerable de melanina. Con el tiempo, esta pérdida muta a una decoloración severa de la piel.

Usar rubor en polvo podría causarte enfermedades respiratorias

El polvo rosado vuela cada vez que lo aplicas con una brocha o con cualquier instrumento. Por lo general lo pones muy cerca de la nariz y boca. Al ingresar en tu cuerpo, se pega despacio a lo largo del sistema respiratorio. Estos químicos casi imperceptibles son acrilatos, circonio, oro coloidal, platino y dióxido de titanio. Todos estos se alojan en los pulmones y en la nariz, principalmente, por lo que es común que haya más resfriados en aquellas personas que usan colorete que en las que dejan sus mejillas al natural.

Teñir tu pelo puede provocarte llagas en la piel

No sólo provoca la pérdida de cabello, sino que gracias a que contiene parafenilendiamina (PPD) puede generar alergias, principalmente cutáneas, que causan ampollas y llagas en la piel, incluso en las manos o brazos. Sin embargo, evidentemente, es la cabeza la que más riesgos corre y de pronto puedes presentar picazón, enrojecimiento y hasta caspa a causa del tinte.

Las sombras en polvo propician la entrada de bacterias en los ojos

Por lo general, la mayoría de sombras para ojos son en polvo, el cual puede meterse en los ojos provocando infecciones e irritación. De igual modo, al juntarse con el rímel o el delineador se convierten en un combo mortal para el alojamiento de bacterias y ácaros.

Usar base de maquillaje y polvo puede provocarte un desequilibrio hormonal

Más allá de ser un producto que —según algunos estudios psicológicos— se usa en exceso cuando la autoestima es baja, los daños van un poco más allá. La base de maquillaje contiene un producto químico llamado triclosán, el cual provoca un desequilibrio hormonal. A pesar de ser un antibacterial, conduce a la pérdida de la perspectiva positiva de la vida y las circunstancias que ésta presenta. Por lo tanto, usar maquillaje causa depresión.

Te pueden salir ronchas y quemaduras al depilarte

Está de más decir que la piel se ve expuesta a una laceración cuando la depilas, no importa si es con cera, crema o rastrillo, pero, ¿nunca te has preguntado por qué? Es sencillo. Cuando la dermis no se encuentra lo suficientemente hidratada al momento de la depilación, estás matando células. La manera más sencilla es beber mucha agua y mantenerse hidratado, pero además, es necesario que apliques cremas hidratantes antes y después. Sin embargo, lo más recomendables es que no te depiles. De igual forma puede generar foliculitis, es decir, ronchas pequeñas en la piel que no desaparecen por mucho tiempo.

La mayoría de los productos que consumimos en el día a día contienen químicos y componentes que nos dañan; sin embargo, hay diversas formas de evitarlo y una —quizá la más sencilla— es dejar de usarlos. La belleza no se lleva a través de productos ni de la apariencia física, basta con ser naturales y auténticos. Sin embargo, si aun con ello deseas usarlos y sacarles provecho, podrías pensarlo dos veces. Al final, el daño prevalece. El secreto está en usarlo con menor frecuencia y con más cuidados previos y posteriores. ¿Te imaginabas que los cosméticos podían causarte tanto daño?La mayoría de los productos que consumimos en el día a día contienen químicos y componentes que nos dañan; sin embargo, hay diversas formas de evitarlo y una —quizá la más sencilla— es dejar de usarlos. La belleza no se lleva a través de productos ni de la apariencia física, basta con ser naturales y auténticos. Sin embargo, si aun con ello deseas usarlos y sacarles provecho, podrías pensarlo dos veces. Al final, el daño prevalece. El secreto está en usarlo con menor frecuencia y con más cuidados previos y posteriores. ¿Te imaginabas que los cosméticos podían causarte tanto daño?