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Cultura Colectiva

Si quieres convertirte en un verdadero experto en inglés, necesitas repasar estas novelas una y otra vez.

Para aprender inglés necesitas practicar, leer y pensar en ese idioma. No hay otra opción.

Imagina que alguien aprende español en una escuela. Difícilmente aprenderá la jerga que usamos los mexicanos, las expresiones, los modismos y la extraña manera en que transformamos el lenguaje. Lo mismo sucede con el inglés. Aunque podemos aprender todo sobre el idioma en su forma práctica, al momento de encontrarnos con gente que lo ha hablado toda la vida no comprenderemos muchas cosas, especialmente porque todas las personas lo hablan de forma diferente.

Por ese motivo es recomendable ir a un país angloparlante; necesitamos saber cómo se utiliza el idioma diariamente en las personas normales, de lo contrario hablaremos como un sistema automatizado y muy serio. También podemos ver películas o series en inglés para saber cómo se son las expresiones, pero para tener una guía práctica que incluya gramática y un amplio vocabulario es mejor tomar algunos libros clásicos y leerlos en inglés.

Los siguientes títulos sin duda te ayudaránn a conocer más palabras, expresiones, y la extraña forma en que se habla en diferentes partes del mundo. Así que no esperes más y a parte de disfrutar de una gran historia, aprovecha estos libros para aprender más sobre el idioma:

Of Mice and Men (1937)

John Steinbeck

Un clásico norteamericano que cuenta la historia de dos trabajadores inmigrantes tratando de seguir el sueño americano durante la Gran Depresión. Considerada una de las novelas más importantes de esta nación, tiene más de 30 mil palabras de un lenguaje simple y limpio, sin embargo, en los diálogos se integran algunos modismos y distintos ejemplos de la jerga que se usa en Estados Unidos. Asimismo, la forma en que presenta el enfrentamiento entre dos grupos sociales ayuda a comprender cómo se habla en distintas partes. Asimismo, algunos personajes usan un vocabulario complejo que, aunque parece confuso al inicio, eventualmente se hace más fácil de comprender, especialmente si nos detenemos a buscar el significado de las palabras en vez de adivinarlo.

Frankenstein (1823)

Mary Shelley

Aunque podríamos pensar que Frankenstein es una novela sencilla, nos enseña más sobre vocabulario y gramática que muchas novelas clásicas. El estilo de Shelley es un poco complejo y metódico, ya que usa largas frases para expresar las ideas o sentimientos de los personajes, así que es un poco difícil seguirle el ritmo. Sin embargo, una vez que releemos y nos forzamos a entenderlo, lentamente vemos la construcción de las oraciones y cómo implementa algunas palabras complejas para crear una narrativa más difícil, lo cual, eventualmente, ayuda a que la novela provoque misterio y frustración en los lectores.

A Christmas Carol (1843)

Charles Dickens

29 mil palabras se encuentran en esta novela corta de Dickens, pero en tan breves páginas logra plasmar el sentimentalismo, humor, crítica social, nostalgia por el pasado y el futuro de una forma relativamente sencilla a la vez que compleja. Al adentrarse en múltiples temas, nos muestra palabras quizá desconocidas para nosotros, teniendo cuidado de no repetir algunas para crear una experiencia más llamativa. Escrita en inglés clásico victoriano, también ofrece un vistazo al antiguo uso del lenguaje y nos permite observar cómo ha cambiado con el paso del tiempo.

The Hound of the Baskervilles (1902)

Arthur Conan Doyle

En realidad aquí entran todas las novelas y cuentos de Sherlock Holmes. Conan Doyle, también escritor de la época victoriana, mezclaba el inglés «alto» de las clases más adineradas, con el sencillo proveniente de las calles, y ya que las historias del detective eran publicadas en periódicos para todo público, usó un lenguaje especial para llamar la atención. Además de que muchos de los términos que usa Sherlock deben ser investigados, su rápido pensamiento, facilidad de palabra e interés por múltiples áreas del crimen y el arte, indudablemente sirven como excelentes maestros del idioma inglés. The Hound of Baskerville es posiblemente el mejor ejemplo de ello, ya que usa un estilo astuto e ingenioso para crear juegos de palabras, forzándonos a pensar en ese idioma.

Northanger Abbey (1817)

Jane Austen

La academia internacional Oxford Royale Academy afirma que esta es la novela de Jane Austen perfecta para desarrollar un buen conocimiento del vocabulario inglés, ya que la autora explota en esta obra su gusto por la ironía y el sarcasmo, el cual muchas veces es difícil de identificar si no estamos familiarizados con los juegos de palabras o modismos característicos de ese idioma. La historia sigue a una joven de 17 años que le gusta leer novelas góticas e imaginar que las narrativas de esas lecturas aplican a su propia vida, lo cual nos ofrece un vistazo hacia su extraña y mórbida forma de pensar, pero también hacia una manera muy específica de usar el lenguaje y todas sus posibilidades.

The Picture of Dorian Gray (1890)

Oscar Wilde

También recomendado por la Oxford Academy, este texto cuenta con 78 mil palabras y también tiene un estilo irónico y sarcástico. Oscar Wilde posee una narrativa más poética, alejándose del sentido práctico del inglés, lo cual nos permite analizar otras formas de describir situaciones o emociones. Sus palabras generan cierto ritmo en el lector que lamentablemente muchas veces no se traslada al español, pero curiosamente, en inglés logra crear cierta armonía que, aunque es difícil de leer, nos motiva a averiguar lo que está tratando de decir para seguir la historia hasta el final.

Llegando a la parte difícil, indudablemente leer a Shakespeare no es nada práctico. Su estilo narrativo es complejo, la poesía lo hace difícil y el vocabulario es prácticamente imposible si no tenemos un amplio conocimiento en el idioma, en especial si no sabemos nada sobre la etimología de las palabras. Cualquier obra servirá para notar qué tan difícil y fantástico puede ser la lengua del Bardo, y aunque resulte frustrante a momentos es una gran ayuda para conocer más palabras (incluso algunas que ya casi no se usan) y entender por qué el hombre es considerado el más grande escritor de la historia.

Ulysses (1922)

James Joyce

Tanto se ha hablado de la complejidad de Ulysses, que incluso se ha convertido en un chiste entre los letrados, y es que no sólo la narrativa que implementa Joyce es difícil de seguir, su uso del lenguaje y su amplio vocabulario podrían hacer que se compare con Miguel de Cervantes, ya que usa gran parte de las palabras que existen, pero en inglés, así que sin duda será necesario cargar un diccionario a todos lados para saber de qué es lo que está hablando el autor. Es una novela compleja de inicio a fin, pero también sirve como prueba de las posibilidades infinitas que tiene el idioma y el valor de cada palabra si se usa correctamente.

Recomendamos que leas los libros en voz alta. Ayudará a tu pronunciación, a que practiques cómo se dicen ciertas oraciones. Podríamos pensar que –porque son clásicos– no servirán para aprender a hablar con cualquier persona, pero es un buen paso para avanzar a lecturas contemporáneas y que no sea tan difícil. Como mencionamos, tenemos que conservar en la mente el idioma todo el tiempo si queremos perfeccionarlo, así que los libros son la mejor opción, además de que también resulta divertido e interesante. Viajar a otro país será el siguiente escalón.

Si puedes devorar libros y libros enteros al lado de tu pareja, visita Bookmate, una plataforma en la que sólo lees lo que te gusta y en la que podrás encontrar cada uno de los que aquí reseñamos. Aunque algunos tienen costo, otros son completamente gratis, así que no te detengas.

Cualquier obra de Shakespeare