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Agencias

El sistema de misiles aéreos que derribó el vuelo MH17 de Malaysia Airlines en el este de Ucrania en el 2014 pertenecía a una unidad militar rusa, que lo trasladó desde Kursk (Rusia) hasta Donetsk (Ucrania) un mes antes del ataque, afirmó hoy el equipo de investigadores internacionales en Holanda.

Se trata de la Brigada 53, ubicada en Kursk, en el oeste de Rusia, según confirmó en rueda de prensa Fred Westerbeke, fiscal jefe holandés y miembro del equipo de investigadores, quien añadió que aún «se desconoce» cuántos de ellos participaron «activamente» en el lanzamiento del misil.

Asimismo, aseguró que ya tienen identificadas a unas cien personas «de varias nacionalidades» sospechosas de estar involucradas en el derribo de ese avión en el espacio aéreo ucraniano, una tragedia en la que murieron 298 personas, en su mayoría pasajeros holandeses que habían cogido el vuelo MH17 desde Ámsterdam hacia Kuala Lampur, el 17 de julio del 2014.

El oficial de la Policía holandesa Wilbert Paulissen explicó que unas cuatro semanas antes del derribo, un convoy de seis vehículos -todos reconocidos como parte del Ejército de la Federación de Rusia-, transportaron el sistema de misiles BUK desde su base en Kursk hasta la autoproclamada República Populares de Donetsk, en el este de Ucrania.

«Todos los vehículos que formaban parte del convoy que transportaba el misil utilizado eran parte de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia», subrayó Paulissen.

El viaje de este convoy hasta la frontera Ucraniana se produjo los días 23, 24 y 25 de junio del 2014, según se pudo concluir de decenas de imágenes y videos que se compartieron esos días en las redes sociales y que fueron tomadas por transeúntes y pasajeros que viajaban en sus coches por la misma carretera.

Las imágenes, recolectadas por los investigadores y mostradas en la rueda de prensa de hoy, fueron comparadas con los mapas digitales para establecer la ruta que se siguió desde territorio ruso hasta Ucrania, y muestran vehículos, armas, paisajes y señalizaciones de carretera, aunque ningún pueblo en concreto.

Las fotografías fueron presentadas como «una huella digital» porque tienen similitudes y llevan los mismos números de identificación que aparecían en las imágenes del 17 y 18 de julio de 2015 de los restos del BUK que derribó el avión malasio.