Noticias El Periódico Tarija

De qué sirve tanta parafernalia si el pueblo no puede caminar tranquilo por las calles?, ¿para que tantos discurso si los políticos viven con seguridad en sus casas y en barrios con guardias en cada esquina?, ¿de que sirve si nuestras autoridades no viven como lo hacen los vecinos sin saber quien saltara su muro durante la noche?, ¿cómo somos capaces de hablar de una Tarija turística si nuestras niñas desaparecen todos los días?, ¿ para que queremos turistas si los asaltaran en pleno centro si se atreven a caminar a las 10 de la noche?… Mucho discurso verborragico y ninguna acción concreta, mientras tanto la gente de a pie es la que debe aprender a sobrevivir en la jungla en la que se esta convirtiendo nuestra ciudad.
Mientras nos acomodamos en nuestros sillones para ver el show diario que los políticos nos regalan con sus incontenibles ínfulas de figuración, cuando en medio de la crisis declarada los sectores parecen intransigentes en sus exigencias, mientras los miles de millones de bolivianos o de dólares campearon y campean en nuestra tierra… la inseguridad avanza a paso firme, asi como un día encuentran el cadáver de una mujer prácticamente deshecho sin saber de quien se trata o se denuncian más casos de personas desaparecidas, cuando los robos a plena luz del día se multiplican o los heridos por armas punzo cortantes son más después de cada fin de semana, así es como también sin mayor explicación un dia de semana los delincuentes no tienen problema alguno de ingresar a una vivienda de un barrio poblado para robar matando a quien encuentran a su paso. Esa es la realidad que vivimos casi resignandonos a que los tiempos han cambiado y hoy ya no es igual que antes, una absurda resignación olvidando que tenemos autoridades que deben preocuparse por este problema, que deben diseñar políticas que garanticen seguridad a la población, que en vez de dilapidar el dinero de todos lo usen para protegernos a todos, que tengamos una policía mejor equipada con miembros mejor entrenados y educados. Muchos se llenaron la boca para convencer a la gente y jugaron con temas sensibles como este, no hay norte en este tema como en tantos otros, existe un no importismo lacerante. Y como siempre confirmamos que al final, nosotros mismos nos la tenemos que arreglar.