1998: ​Francia en la élite del fútbol mundial

Por primera vez en la fase final participaron 32 selecciones, la selección local se coronó campeona por primera vez al derrotar en la final a Brasil por 3:0
ANDRÉS TÓRREZ TÓRREZ

El nuevo mapa de fin de siglo fue la incógnita en los años finales, desde la geografía y también desde la ideología. Es un temor estable la Guerra del Golfo y sus consecuencias y  el atentado del 11 de septiembre en Nueva York, indican que no se acaban los odios, el orden mundial capitalista busca respuestas, ahora que el enemigo comunista quedó refugiado en unos pocos bastiones aislados y sin influencia importante. Nelson Mandela es  la imagen de la dignidad. Lady Di la muerte que lloraron las mujeres. Teresa de Calcuta la vida que se extraña y W. Buch manda, quizás más detrás de las fronteras que en su casa.

El nuevo mapa se quedó quieto en París en 1998, a pesar de sus preguntas y respuestas mientras Francia tocaba el cielo con las manos, en el último mundial del siglo pasado, sumando su nombre al selecto de aquellos que ya la ganaron, Italia, Alemania, Inglaterra, Brasil, Argentina y Uruguay, el único campeón ausente.

Francia 1998 fue de la despedida de los últimos 100 años y el inicio de la Copa con 32 equipos participantes en la fase final, era el Mundial de Ronaldo y terminó siendo de Zinedine Zidane, en un confuso final que hasta la fecha en vez de aclarar, terminó descubriendo los nexos con las transnacionales que se han apoderado el fútbol, como lo hubieran hecho con cualquier otro negocio jugoso para sus arcas.

En los cuartos de final Francia casi naufraga, lo salvó el palo que detuvo el penal de Roberto Baggio y Trezeguet selló la victoria por penales ante Italia, Holanda castigó a Argentina con un agónico gol, Croacia rompió los pronósticos eliminando a Alemania en tanto Brasil comenzaba a padecer ante Dinamarca.

Un defensor Lilian Thuran convirtió los 2 goles que dieron a Francia el pase a la final frente a Croacia a la que sometió por 2 a 1, en tanto Brasil de la mano del veterano arquero Tafarel -atajó 2 penales-  eliminó a Holanda 4 a 2 en la ruleta rusa de los penales, instalándose en la anunciada.

Francia finalmente pudo edificar lo que empezó Just Fontaine y continuó con paciencia Michel Platiní. Como Brasil en 1970, lo más sencillo le resultó la final, justamente contras los brasileños que iban por su reafirmación de su condición de líderes.

Si era necesario dejarlo claro, Francia lo hizo, alumbrada por Zidane, Petit, Deschamps, Thuran, Desailly. Se sintió una ráfaga de fútbol agresivo y claro, lo trasladó a la cancha y clausuró toda alternativa de penta-campeonato para el confuso oponente, envuelto en los vaivenes de Ronaldo, la estrella que esta vez no fue. Ronaldo no es discutible como jugador en los años previos, pero se avino a compartir su reinado sin combate visible. Tras él cayeron demás.

El mejor balance es el que muestra que los futbolísticamente más sinceros quedaron arriba. Los finalistas, la saludable Croacia de Davor Suker, Boban, Prosinecki y Mario Stanic, la Holanda insuficiente que facturó con su eliminación al próximo mundial.

Sin duda es una buena puerta de entrada al nuevo siglo, que puede comprobarse que jugar bien no hace mal, los equipos como Argentina, con jugadores individualmente notables no pueden entretenerse en especulaciones  exageradas, quedando Michael Owen, esperanza de todos -la estrella de fútbol inglés- una de las que pueden brillar en Corea-Japón 2002.