Cultura Colectiva
Los ácaros son amigos, no bacterias.
En el caso de las pestañas sí. De hecho, estos pequeños amigos tan despreciados en el mundo suelen ser tus mejores aliados cuando se trata de mantener limpios tus ojos.
Contrario a lo que puedas pensar respecto a la maldad y peligrosidad de estos arácnidos (sí, son familia de las arañas que aparecen en tu recámara sin avisar), son necesarios para mantener sana la piel y pelo de tus ojos. Ellos son los encargados de limpiar el contorno de los párpados y comerse las células muertas que se quedan ahí luego de un largo día. De igual forma, se alojan en las pestañas abrazando los folículos para evitar que esas bacterias se introduzcan y generen infecciones, caspa y en casos extremos, piojos.
Las pestañas no conservan uno o dos ácaros, sino miles de ellos que podrías estar asesinando cada mañana mientras te arreglas con la herramienta más inofensiva de tu cosmetiquera: el rímel. A veces —por la premura del día a día, la mala información al respecto o la cotidianidad que se le ha adjudicado a la mascara para pestañas— lo aplicas mal o lo conservas equivocadamente. Esto es mucho más normal de lo que parece y podría estar aniquilando a estos seres que —aunque asquerosos— son de gran ayuda para tus pestañas. ¿Sabes qué es lo que has hecho mal? Continúa leyendo:
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Aplicas más de cinco capas
La forma correcta es usar tres capas:
+ La primera que vaya de la raíz a la mitad de las pestañas.
+ La segunda de esa mitad a la punta.
+ Por último, la tercera que abarque todo el largo de tus pestañas.
Puedes repetir si tu ojo es largo y el cepillo no te alcanza, y recuerda que debes esperar a que seque cada una de las capas.
Lo aplicas a lo largo de las pestañas sin un orden
No lo apliques de manera horizontal para correr el maquillaje a todo lo largo, tampoco pongas un poco en las puntas y luego bajes a la raíz. Mantén el orden y no se formarán grumos.
Aplicas con la punta del cepillo o de forma vertical
Aplicar el rímel que se queda en la punta del cepillo y esparcirlo de la misma manera es una de las peores ideas que puedes tener. Si lo aplicas de esa forma puedes terminar con más pintura de lo normal o incluso sufrir un accidente. Usa sólo lo que se quede a lo largo del cepillo.
Dejas las pestañas pegadas entre sí
Para que esto no suceda, aplica poco rímel y espera a que seque. Entonces, pon un poco más. En ocasiones son los grumos los que provocan que se mantengan unidas entre sí. Antes de aplicar la mascara y luego de enchinarlas, cepíllalas con un pequeño peine especial. Funcionan los cepillos de productos viejos, sólo lávalo bien y mantenlo limpio.
Usas una mascara caducada
Te puedes dar cuenta de que ya no sirve si está seca o tiene grumos muy grandes. Evítala y compra una nueva. Si es tu última opción aplica gotas de ojos o solución para lentes de contacto dentro del tubo y agita.
Bombeas la brocha en el tubo
ERROR. Esto sólo provoca que entre aire en el producto y se seque o se haga pastoso, además de propiciar la entrada de bacterias al producto.
Enchinas las pestañas después de aplicar la pintura (incluso usas delineador)
Esto sólo hará que trabajes dos veces, puesto que tendrás que aplicar de nuevo para reemplazar el producto que ya eliminaste con el enchinador o cuchara. Además romperás las pestañas y harás que se desprendan desde la raíz.
Aplicar mucho rímel en la pestañas inferiores
Si quieres un efecto twiggy, puedes aplicar de la misma manera que lo haces con las pestañas superiores, pero procurando que sea menos producto ya que son más cortas, en menor cantidad y más frágiles.
Te queda pintura alrededor del ojo
Esto sucede porque lo abres antes de que seque. Si aun con ello te queda rímel alrededor del ojo, opta por limpiar con crema o desmaquillante y un isopo.
Aplicar rímel puede ser una forma muy sencilla y básica del maquillaje a simple vista, pero es mucho más complicado de lo que parece, no en la técnica en sí, sino en la costumbre que poco a poco se ha ido arraigando en cada persona. Si no estás segura de cómo debes aplicarlo, es mejor que practiques, pero en realidad es muy sencillo siempre y cuando lo hagas con calma. No mates los ácaros en tus ojos y luce tus pestañas en todo momento.