Cultura Colectiva
Te amo. Acepto que he usado esas palabras indiscriminadamente. Se las he dicho a mis amigos cuando estamos más ebrios de lo normal, a mis amigas para despedirnos después de semanas sin vernos, a compañeros de trabajo por mandarme un documento en momentos de crisis y, estoy seguro, en más de una ocasión los taqueros han recibido esas palabras que para algunos son imposibles de decir. Sí, el te amo está sobrevalorado y aunque en una relación sí toma un sentido mucho más especial y antes de decirlo por primera vez hay que tener mucho cuidado de que no se escape, hay cosas que son mucho más valiosas.
Te amo porque ríes de las mismas cosas que yo y me hiciste ver que no se trata de ser distinto a los demás, sino de encontrar con quién te sientas tú mismo. Te amo porque respetas lo que soy, desde mi pasado hasta mis evidentes fallas, mismas que no buscas corregir. Te amo porque confías en lo que somos, dejando que el tiempo pase sin moverte del asiento y viajando a destinos improbables que ambos desconocemos.
No es el amar, sino el porqué amas a alguien que es lo que vale. La definición individual y especial que cada palabra tiene y forma una relación, eso es lo que hace al amor y lo que una relación realmente fuerte conoce.
Seguridad
Por dejar atrás los miedos que existieron con otras personas y sabernos juntos a pesar de encontrarnos a kilómetros de distancia. Por la calidez de estar en tus brazos y la fragilidad que siento al tenerte en los míos, procurando no hacer el mínimo movimiento que pueda despertarte.
–
Razón
No la que tú querías tener o la que yo ciegamente creía poseer, sino esa que descubrimos que no existe. La que se mueve entre el blanco y negro y nos deja en un perpetuo gris en el que tú, yo y cualquiera puede tenerla. Esa razón que no obedece a lo que pensamos o sentimos, sino a lo que intuimos juntos.
–
Perdón
Pues no es la primera ni la última vez que nos lastimamos. No es una apología al perdón para olvidar, pero sí el recordatorio de que a veces, cuando las cosas se ven tan oscuras, sabemos que lo superaremos.
–
Futuro
O los sinónimos que nosotros le hemos encontrado: viajes, bodas, aniversarios, escapadas, casas, mascotas… a largo, mediano y corto plazo. El futuro ya no es indiscutible, ya no hay elefante en el cuarto, sólo visiones de un futuro que puede ser difuso, pero que definitivamente se encuentra ahí.
–
Sí y no
Y es que ya aprendimos a dejar de hacer las cosas por compromiso, por quedar bien o para evitar peleas, pero al mismo tiempo entendemos de fechas importantes y compromisos que dejaron de ser de uno para ser de lo que somos, una verdadera pareja.
–
Nuestro vocabulario crece y se transforma con nosotros. Extraño los días en los que «dormir» significaba tardes enteras en tu cama sin ninguna preocupación. Recuerdo cuando «trabajo» llegó a nuestro cotidiano y aunque eso implicó la llegada de «cenas» también nos quitó mucho tiempo para vernos.