Noticias El Periódico Tarija

Cultura Colectiva

I wear the black for the poor and the beaten down,
livin’ in the hopeless, hungry side of town,
I wear it for the prisoner who has long paid for his crime,
but is there because he’s a victim of the times.
– Johnny Cash

 

Históricamente el color negro ha tenido muchas connotaciones según el contexto en el que se usa; en España durante el reinado de Felipe II, el color negro se asociaba con el lujo pues era un color difícil de mantener de manera duradera en las telas antes de la llegada de los tintes textiles producidos en la revolución industrial del siglo XIX. Tras el descubrimiento de América los conquistadores regalaron a Su Majestad el palo de campeche del cual se obtiene un negro intenso que se adhiere bien a la ropa; el rey sabe que si se impone el negro como color de moda le tendrían que comprar el tinte a él, lo cual traería grandes ganancias para la corona.
Al preguntar en Francia por los orígenes del negro en la moda, inevitablemente resonará por todos lados el nombre de «Coco» Chanel y su espectacular little black dress que aún en nuestros días sigue siendo símbolo de sensualidad y seducción, pero sobre todo de fuerza y elegancia femenina. Si nos remitimos a los movimientos contraculturales del siglo XX encontraremos otro significado para este color, muchos músicos y escritores lo usan como forma de rebeldía e incluso protesta y luto ante un mundo que muere frente a nuestros ojos.
¿Pero qué pasa con el significado del negro en nuestros días? Hace unos años, con la introducción del look all in black, las prendas de este color pasaron de ser un un elemento indispensable en nuestro guardarropa a ser el elemento principal de éste. Su uso excesivo encuentra justificación en cuestiones tanto de personalidad como de estilo, las cuales están curiosamente relacionadas.

Según la psicología de los colores, el negro representa una barrera que protege a quien lo usa permitiendo mantener sus sentimientos ocultos del resto del mundo, lo que otorga cierta sensación de seguridad y comodidad. También se asocia con el poder, tanto así que con el simple hecho de portarlo las personas tienden a dar un aspecto fuerte e intimidarte.

Si combinamos estos dos significados nos daremos cuenta que abusar del negro implica, psicológicamente hablando, escondernos de los demás, no permitir que nos conozcan, pues nuestro vestuario actúa como una especie de repelente para quienes intentan acercarse a nosotros.

Visto desde el punto de la moda, el negro es el tono perfecto para quien quiere lucir más delgada y con un cuerpo más estilizado, sin embargo, reducir la paleta de colores en el guardarropa a uno sólo puede indicar una total falta de creatividad. Da la impresión de que quien únicamente usa prendas negras tiene miedo a experimentar combinaciones y outfits diferentes. Sí, el look totalmente negro nos sacó de muchos apuros pero también nos introdujo a una zona de confort difícil de superar.

Esto no significa que debemos dejar de usar este color, después de todo gracias a su ausencia de luz hace que al combinarlo con otro tono éste resalte dándole más presencia a cualquier atuendo; la cuestión es atreverse a probar cosas nuevas, experimentar con nuestro guardarropa implica salirnos de esa comodidad que nos otorgó una tendencia que quizá pronto pierda peso.