Noticias El Periódico Tarija



Lo veníamos anticipando, está cambiando la distribución de fuerzas en el concejo municipal de la ciudad de Tarija. Con la distancia entre en alcalde Rodrigo Paz y el concejal Francisco Rosas, el primero pierde la mayoría en el concejo municipal que le permitió una media gestión relativamente tranquila, además de la habilidad de Alfonso Lema para lograr aprobar varias propuestas por consenso y hasta por unanimidad. Lo cierto es que se pensaba que con la aprobación del contrato para el puente 4 de Julio se medirían fuerzas, no fue así, ya que el repentino «cambio de opinión» de Freddy Yucra dejó boquiabiertos a propios y extraños, ganó Paz porque la votación fue 6 a 5 y adentro el puente millonario.

En el caso de las luminarias led se creyó que se abría un nuevo escenario con el retorno del «hijo pródigo» (Yucra) pero más bien primó el hecho de que ya antes se había aprobado el contrato y en el último paso de dar vía libre a una resolución para inscribir recursos en el presupuesto 2018, sólo se repitió lo de antes y no hubo mayor problema. La tercera fue la vencida y seis concejales, 3 del MAS y 3 de Unir, no aprobaron la ley intrapartidas, tan necesaria para el alcalde y la garantía de seguir licitando proyectos. Los cuatro que aún acompañan a Paz y Alan Echart no fueron suficientes y al parecer se configura un nuevo esquema en el ente deliberante, el alcalde está complicado y su gestión también, cuando ya ha ingresado en sus últimos dos años, pero eso no es todo, si estos seis concejales se mantienen unidos pueden quitarle al burgomaestre el control sobre el concejo municipal, ya que en mayo se podría elegir una nueva directiva que casi con seguridad no tendría a «Pica» Lema a la cabeza ni a ninguno afín a Rodrigo en cargos y comisiones importantes. Políticamente sería una derrota de alto calibre y pondría en entredicho la gobernabilidad tan necesaria para alguien que ya comenzará a pensar en la reelección o mínimo en las próximas elecciones. La factura de esta movida es muy alta y quien tendrá que pagarla será el alcalde si es que no recompone su mayoría en el tiempo que resta, lo de la ley intrapartidas es sólo un botón pero de gran envergadura ya que traba el traspaso de recursos de una partida a otra optimizando su distribución, lo que evidentemente no se hizo en el presupuesto.

Viene una etapa agitada en el gobierno municipal, puede descuidarse la gestión por la política… y es que ya todos miran el 2019 y el 2020, muy pero muy cerca.