REDACCIÓN CENTRAL/ BOLINFO/ TARIJA
(elPeriódico- enero 14/ 2018) Aunque mucho ya se ha hablado, aunque mucho ya se ha escrito, poco, muy poco se ha hecho… no estamos tratando de sorprender, de ser los primeros pero si de ser quienes insistiremos en un problema que no es atendido y menos solucionado…La ciudad de Tarija tiene su «no sé qué», su toque colonial, sus calles, su clima, sus plazas y espacios verdes, le dan un aire muy especial que gusta y atrae pero sólo basta levantar la mirada para descubrir otra Tarija, esa invadida de cables, esa que luce como la estructura de una gran telaraña que se extiende sin respetar la historia ni la arquitectura que son mudas testigos del olvido y la dejadez, escuchamos como se levanta la voz al cielo porque se autorizó la construcción de un edificio en el casco viejo rompiendo todos los parámetros arquitectónicos y nos callamos cuando se trata de lo que vive sobre nuestras cabezas, una verdadera maraña que nadie entiende y que nadie puede destrabar, parece tarea imposible y por eso nadie se ocupa de eso. Lo malo es que no se planifica la forma en la que se podrían retirar esos miles de kilómetros de cable, con seguridad, la mayoría en desuso, que van de abajo hacia arriba, de una esquina a otra y de una casa a otra. De sur a norte y viceversa. Pertenecen a conexiones eléctricas, telefónicas, de internet y sabe Dios a que más.Urge que se convoque a una reunión en la que participe el municipio, que es la instancia que administra la ciudad, con las empresas o causantes de este descalabro, entiéndase Setar, Cosett y tal vez otras que ya pusieron su granito de arena. Nos atrevemos a decir que se recolectarán decenas de toneladas de cobre y otros metales que componen los cables que están ahí casi a perpetuidad, mientras no surja la iniciativa y el interés desde esta instancia, tendremos que seguir bajo este manto oscuro que resta belleza a nuestra ciudad.(eP)