
Cultura Colectiva
Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.
Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», «¿sabes manejar?», «se hizo de noche»… Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero».)
Espero curarme de ti, Jaime Sabines
Amar no implica una frase de dos palabras Esta noche al oído me has dicho dos palabras “comunes. Dos palabras cansadas de ser dichas. Palabras que de viejas son nuevas”, según Alfonsina Storni. Las dos palabras que pueden quebrar a cualquiera que las escuche en un instante pero que permiten dar un paso definitivo y certero en una relación.
Para muchos se convierten en el más grande miedo y de ser dichas, aseguran, pueden ahuyentar a la otra persona. Pero también, en algún punto de la relación, quedan en desuso, listas para ser desechadas ante la inminente cotidianidad y costumbre.
“Si tuviera que elegir sólo una cosa de este mundo, sin duda te elegiría a ti”.
“A pesar de todo lo que ocurra, de que el destino nos separe, que en un punto de nuestras vidas dejemos de estar juntos, siempre serás el amor de mi vida”.
“Eres mi mejor coincidencia”.
“En francés decir ‘Je t’adore’ es mucho más fuerte que decir ‘te amo’… Je t’adore”.
“Estoy orgulloso de ti”.
“Quisiera poder decirte lo que siento por ti, pero no me alcanzan las palabras”.
“No sabía que así se sentía estar completo”.
“No necesito explicaciones para lo que siento, en realidad no las quiero, la única explicación es que estás conmigo y por primera vez en mi vida me siento pleno”.
“Siempre esperé conocer a alguien como tú”.
“Una vida perfecta es estar contigo”.
“Gracias por existir”.