Noticias El Periódico Tarija


Las especulaciones, rumores y suposiciones son muchas sobre que es lo que sucede en Tarija y porque su gente se enferma tanto de cáncer: los alimentos, supuestos desechos tóxicos  enterrados hace décadas cerca de las tomas de agua que consume la ciudad, el uso indiscriminado de pesticidas en los cultivos, los ríos contaminados por los desechos humanos que se vierten directamente en ellos, etc…. en fin, aún hoy no sabemos que sucede y por que debemos morir o ver morir a los nuestros sin que nadie de explicación alguna… A quien le corresponda, ya es hora de que se haga algo… no nos digan que debemos resignarnos a aceptar que las próximas generaciones de tarijenos están condenadas irremediablemente como la nuestra. 


Casi todos hemos tenido o tenemos un pariente que enfermo de cáncer y perdió la vida o conocimos o conocemos a alguien que paso por esta situación, se ha vuelto tan común convivir con esta enfermedad, el impacto parece no durar mucho y todo se queda como siempre, nos hemos acostumbrado a escuchar de que fulano o zutano enfermo y murió de cáncer y nos conmueve al principio, luego lo asumimos como algo casi normal porque lo vemos tantas veces y tan seguido que, pareciera, se nos congelo el sentimiento.

Hace algunos años se hicieron estudios a las aguas del embalse de San Jacinto porque con ellas no solo se riegan miles de hectáreas de sembradíos sino también se utilizaban para consumo humano, fueron técnicos de la Universidad Autónoma de México (UNAM) los encargados de tomar las muestras y hacer los análisis, después de cierto tiempo volvieron y en un operativo casi de secuestro representantes de varias instituciones los llevaron del aeropuerto a una reunión privada que duro varias horas. Luego las explicaciones sobre los resultados fueron cautas, breves, a media fuerza, pero siempre advirtiendo que deberíamos profundizar los estudios ya que se habían encontrado metales pesados que podían comprometer la calidad de los productos regados con sus aguas y la salud humana por haberlas consumido durante años.  Lastimosamente dichos análisis fueron contrastados con otros en una Universidad de mucho menor prestigio y garantía que la que dio la voz de alerta.


Es llamativa la inacción de las autoridades de turno frente a esta realidad, a pesar de que viven aquí como todos,  como si no tuvieran las mismas dudas y miedos que el resto de la gente, como si no se hicieran las mismas preguntas que todos nos hacemos y decidieran quedarse sin las respuestas necesarias, a pesar de que tienen en sus manos el poder como para hacer algo al respecto.