SAÚL CARDOZO/ BOLINFO/ TARIJA
(elPeriódico-Noviembre 13/2017) Casi todo el mundo tiene pesadillas de vez en cuando; sin embargo, el problema por el que pasó Carolina P., es diferente, porque ella no podía dormir durante 8 años de su vida por una pesadilla que siempre la tuvo, hasta que cumplió la mayoría de edad.
En su pesadilla aparecía una sombra que incluso indica ella, la podía ver despierta.
Carolina, cuenta que cuando tenía diez años, ocurrió algo extraño con un tío que se llamaba Francisco, quien siempre se caracterizó por el hecho de ver cosas sobrenaturales y sentirlas, pero indica que un día, tuvo un contacto más cercano con el más allá.
“Era una noche que llovía a cántaros, mis cuatro tíos: Mario, Juan Carlos, José y Marcos, junto con mi mamá Valeria y yo, dormíamos tranquilamente en casa de mis abuelos que es bastante grande, pero simplemente estaba construida la mitad de todo el terreno”, cuenta.
Continuó indicando que alrededor de las doce de la media noche, su abuelita se sintió preocupada, quien dormía con Carolina, y se levantó de la cama.
La mujer fue hacia la recamara de su hijo Francisco en medio de la oscuridad, por eso prendió la lámpara, pero ante su mala suerte, observó a su tío parado en una esquina sudando bastante y con la cara pálida, mirando la pared de frente.
“Yo fui tras de ella y en ese momento, mi abuelita sintió escalofríos y le preguntó a mi tío qué pasaba, él se quedó en silencio y temeroso, señaló con la mano la pared de frente; para su sorpresa, había una sombra con cuernos que iba caminando para afuera al patio”, dijo.
Mencionó que su abuelita agarró la linterna y siguió a la sombra que la llevó hasta la parte de la casa que no estaba construida en donde había un zaguán y de repente, oyó un terrible golpe en él. Justamente, la sombra había desaparecido.
“Con mi abuela de la mano volvimos hacia el cuarto de mi tío, un poco más tranquila, porque aquella sombra había desaparecido; pero la sorpresa nos la volvimos a encontrar, porque visualizamos nuevamente a la sombra ahí en el cuarto”, relató.
A partir de ahí, su tío Francisco ya no tuvo más contacto con esa sombra, al menos eso informó a la familia que se encontraba preocupada por lo que había pasado, pues desde ahí realizaron misas en la casa, hicieron bendecirla, más otros rituales para espantar a los espíritus aparentemente malos.
“Un día charlando con mi tío, le conté que no podía dormir desde esa vez que vimos esa sombra, a lo que me respondió que a él le visitaba el alma de una persona que había fallecido”, contó.
El tío le reveló que esta situación era porque de niña, ella había nacido días antes de la muerte de un familiar muy querido por sus papás, quien quería conocerla antes de que pase su accidente donde perdió la vida.
Según el tío, esa persona era la que no le dejaba dormir. La mujer relató a elPeriódico que su tío acostumbraba a jugar con güija.
Continuó relatando su historia y Carolina mencionó que por el cuento de su tío Francisco, sabe que su mamá cuando era bebé, la dejaba sola en el cuarto de su amiga que había fallecido cuando iba a trabajar en la casa donde vivía.
“Me contó que ya al cumplir los cinco años fueron unas señoras religiosas a realizarme una oración, porque decían que yo exageraba, que dejara de ser así, y lo intenté, pero seguía despertando en la madrugada hasta que me fueron a realizar oraciones”, dijo.
Con las oraciones, poco a poco fue perdiendo esa pesadilla.
Sin embargo, creyendo que ya todo había terminado, su tío, quien ya vivía con su esposa e hijo, había tenido una pesadilla en la que el muerto lo visitaba y se lo llevaba a él como a su hijo.
Posteriormente, Carolina volvió a sentir una presencia a la hora de dormir. “Claramente sentía cuando alguien se sentaba en mi casa, justo cuando yo cerraba los ojos, rápidamente los habría y no había nada”, relató.
Contó que nuevamente cada noche se convertía en un infierno. Cuando cumplió la mayoría de edad, se perdió todas sus pesadillas y ahora vive tranquila. (eP).
EL APUNTE
La mujer que le hacía las oraciones falleció
Carolina, mencionó que hasta que le volvieron a hacer una oración y bendijeron su casa, en ese tiempo, estaba en la promoción de su colegio y desde aquel entonces, no tuvo contacto con el más allá.
“Gracias a Dios, hoy llevo una vida normal y me gusta leer historias de terror, pero una de las señoras que me hacía oración, quien tenía el don de ver espíritus malignos y le había comentado a mi madre que yo tenía mal de ojo, luego de un tiempo falleció”, mencionó.
Le hizo conocer que hay gente que fallece y quiere hacer conocer algo, y eso es, que al parecer le pasó a ella, porque el accidente de la amiga de su mamá fue raro, no tuvo ningún responsable.
En términos generales, el mal de ojo es una condición física, mental y emocional causada por la mirada de una persona que es considerada poderosa.