Noticias El Periódico Tarija

Hemos manifestado claramente que hay obras que difícilmente pueden ser observadas por la necesidad que tenemos de ellas, otras sí porque es cuestión de priorizar los requerimientos de la gente.

El mástil millonario ha sido duramente criticado porque justamente no es algo que influya, cambie o mejore la calidad de vida de las personas, una construcción en medio de zonas que padecen serias limitaciones en cuanto a agua potable, saneamiento básico,   salud, seguridad, etc. Ahí el alcalde Rodrigo Paz se equivocó y seguimos pensando que el mástil millonario lo va a perseguir en su carrera política, no es una buena decisión cerrarse a algo que por sentido común, ha menospreciado la inteligencia del pueblo. Gastar casi Bs. 5 millones en una rotonda y un mástil que no se bebe, que no se come, que no cura… no es un acierto.
Sectores como la Federación de Profesionales, cuestiona el costo de éste y otros proyectos, incluyendo el puente “4 de julio”, que tiene como precio referencial más de Bs. 77 millones y por el que la oferta más baja conocida es superior a Bs. 73 millones. Nunca se hizo un puente tan costoso, la alcaldía ha caído de nuevo en el error de no socializar adecuadamente, los arquitectos han pedido parar la licitación pero Paz ha hecho oídos sordos y continua con lo planificado.
Nadie puede poner en tela de juicio la necesidad del puente, sobretodo si consideramos que debería contribuir  a mejorar la fluidez vehicular entre las dos bandas del río Guadalquivir, que divide nuestra ciudad. El vetusto San Martín más que ha cumplido y con el crecimiento de la urbe en la margen derecha ha sido totalmente rebasado. Es indiscutible que se precisa otro u otros puentes más pero no a cualquier precio. Coincidimos que estas obras con cierto toque arquitectónico pueden cambiarle la cara a Tarija pero en momentos que hablamos de crisis de día y de noche, debemos ser prudentes en cuánto dinero invertimos. A veces debemos aprender a acomodarnos a la situación real por mas que queramos encarar obras diferentes, a veces no se puede.
Nosotros no dudamos de la necesidad de este puente pero sí nos llama la atención su alto costo y lo que dicen los profesionales y arquitectos. Sería adecuado y oportuno que el alcalde Paz los convoque ante estas voces de alarma que se escuchan, eso mostraría apertura, amplitud, tolerancia e inteligencia de su parte. Lo cortés no quita lo valiente  y no impide que a pesar de eso se siga con esos proyectos o se introduzcan cambios que pueden ayudar. Está bien mostrar convicción en lo que se hace pero no aquella que puede confundirse con tozudez y falta de humildad al no querer escuchar a nadie que no piensa o comparte nuestras ideas en un cien por ciento. Es necesario dar esos mensajes con más claridad, una actitud así es saludable para todos.