Por: Nelson Aguilar Rodríguez (De Izquierda, Ex dirigente MAS Cercado Tarija)
Después del fin guerra fría, Estados Unidos de América (EUA), por más de 20 años impuso su unipolarismo manejando los organismos internacionales como: La Organización de Estados Americanos (OEA), Organización de Naciones Unidas (ONU), Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) – y el uso de sus bases Militares para invadir a cualquier país que no someta a sus propósitos. Y, así también EUA acogió a personajes y presidentes funestos de su línea que masacraron gente en sus países y que tienen cuentas pendientes con sus estados de origen, por tanto EUA, no concibe que haya una emergencia y un proceso de construcción del nuevo modelo multipolar pese a que está dentro del propio sistema capitalista, pues la competencia entre capitalistas les lleva a una guerra económica encarnizada y sojuzgando a los pueblos del planeta con el fin de mantener sus intereses del unipolarismo.
EUA no tolera, que un país, con un gobierno de tendencia de izquierda como el caso Venezuela (país con las reservas de petróleo más importante del mundo y cerca a sus costas), se le escape los recursos económicos de las manos capitalistas, y si Irak y libia cayeron, la gestión de Donald Trump busca lo mismo frenéticamente con la imposición de duras sanciones económicas para los casos de Norcorea, Venezuela y todos aquellos pueblos que se interpongan.
Aquí, a los EUA no le interesa que el pueblo Venezolano solucione sus problemas dentro del marco de su soberanía, ni su democracia que favorece a los desposeídos, ni sus avances sociales, ni la mayoría de sus víctimas que hasta fueron quemados en vida por grupos violentos, siendo estas víctimas los defensores de la revolución Bolivariana. Al contrario, la derecha manipula todo argumento para instrumentalizar su amplio repertorio de legislación internacional y de operación interna en los países, luego condenarlo y sacarle del poder en este caso al Gobierno de Maduro. Ahora la derecha latinoamericana echa mano a un personaje fugitivo y refugiado por EUA, como es Carlos Sánchez Berzaín del Gobierno del MNR de Gonzalo Sánchez de Lozada, y ahora es el director ejecutivo del Interamerican Institute for Democracy, ONG, que dice “que vela por la estabilidad de las democracias latinoamericanas”, y nos preguntamos, ¿cómo vigilo la derecha Neoliberal por la democracia Boliviana?, Sánchez Berzaín, tiene cuentas pendientes por el daño que hizo al estado Boliviano y ahora es protegido por Estados Unidos, sin embargo, hoy, está promoviendo la iniciativa para criminalizar a Maduro y por consiguiente hará lo mismo con Bolivia, la iniciativa es aplicar la “Convención de Palermo” o la “Convención de las Naciones Unidas Contra la delincuencia Organizada Transnacional” instrumento internacional del año 2000, que llevaría a Maduro y a los principales líderes del régimen a ser denunciados, lo que colocaría sus nombres y sujetos a detención por parte de INTERPOL. Arman toda una maraña de intrigas legales contra Maduro, le acusan de corrupción, lavado de dinero (caso Odebrecht) y narcotráfico (narcoestado), represión de dizque manifestaciones pacificas, cuando estas fueron violentas, asesinando gente que apoyaba al Gobierno y otras acusaciones, para criminalizar y los instrumentos serian la ex fiscal Venezolana Luisa Ortega, para llevar este propósito, por su puesto apoyados con los presidentes de derecha de Colombia, Perú, Argentina y ex presidentes de Colombia (Uribe y Pastrana) que se reunieron con Trump.
De nuevo a la pregunta, porque no se aplican en Gobiernos de la derecha neoliberal de México, Brasil, Colombia, Argentina y los países Árabes aliados a la OTAN entre otros, por supuesto, son los defensores del unipolarismo de EUA.
Que les queda a los que desafiaron el unipolarismo de EUA, lo que queda a los pueblos, es seguir fortaleciendo el multipolarismo y lucha cerrada contra el imperialismo y sus operadores internos como externos, es una lucha de clases en el sistema Capitalista. Aquí la lucha es los que quieren construir una sociedad justa para todos, frente al egoísmo de unos cuantos países, todos queremos comer, vivir, en colectividad pacifica y no sea solo para unos cuantos, estos que impulsan de la cultura del individualismo egoísta, xenofobia y odio. El señor Carlos Sánchez Berzaín debe rendir cuentas en nuestro país, le debe a la democracia de su país, no tiene la moral que dice su ONG, “para la estabilidad de las democracias latinoamericanas”, y ahora es un destructor de gobiernos progresistas y sabemos que está operando con la misma intención para Bolivia.
Al respecto, Bolivia no escapa de esta realidad, cuando legisladores del Movimiento Al Socialismo (MAS) presentaron ante el Tribunal Constitucional Plurinacional una “acción de inconstitucionalidad abstracta” para posibilitar una nueva postulación de Morales, en base al Pacto de San José de Costa Rica, los opositores internos y ex presidentes Neoliberales, fueron prontamente apoyados externamente por Luis Almagro representante de la Organización de Estados Americanos (OEA), que manifestó su injerencia abierta contra la re postulación de Evo Morales, lo cierto que los opositores utilizan los acuerdos internacionales a conveniencia y cuando gobiernos populares acuden a estos recursos legales internacionales se los tachan de ilegal, nos preguntemos ¿porque no cuestionan a Ángela Merker que va por su cuarto mandato en Alemania?, más claro no puede ser, porque es parte de la OTAN, y por supuesto se trata de los designios de Trump – a través de la OEA y desde Miami con Sánchez Berzaín y lo único que nos queda es la unidad de las organizaciones sociales y luchar contra el unipolarismo imperial, que busca deshacerse de gobiernos progresistas y/o ajustarlos hacia el capitalismo salvaje.