SAÚL CARDOZO/ BOLINFO/TARIJA
(Octubre 02/2017) “Que sea un hombre de bien para que honre la memoria de mi hijo”, pidió la madre de un joven de 18 años que murió el año 2011, luego de permanecer internado por unos días.
El joven recibió una puñalada en el pecho, al parecer, por una pelea en estado de ebriedad.
El autor del hecho es un joven que aparecerá en este reportaje como Mauricio, porque no quisieron dar a conocer su identidad, pero se conoce que mató a este muchacho de madrugada después de una noche de farra y alcohol.
El joven trabajaba en una discoteca, cuando salió, se fue a desayunar a un bar de remate y Mauricio, que se había peleado con él durante la noche, porque no quería servirle más bebida, llegó con un cuchillo de mesa al lugar.
En la investigación, pudo conocerse que ambos forcejearon, posteriormente Mauricio sacó el arma y le apuñaló en el pecho.
Esa puñalada lo condenó y cambió su vida para siempre, matando al joven de seguridad.
El resultado, es que siete años después, el joven está muerto, su familia destrozada y Mauricio en la cárcel condenado por asesinato.
Se conoce que Mauricio empezó a escribir cartas a la familia para pedir perdón y así estar mejor con él mismo, porque cuando sucedió el hecho, estaba borracho.
Cuando Mauricio salió del bar, borracho, no sabía que había matado a una persona, dijo en una de sus cartas.
«Pensé que solo estaba herido», indica en un escrito, «después escuché por la radio que estaba muerto. Me quise morir yo también», describe desde su encierro.
La madre de la víctima, mencionó que Mauricio empezó a enviar cartas a la familia, indicando que, «sabía que el hecho era irreparable, pero necesitaba dar una explicación. No dejaba de pensar en cómo estaría su madre y le daba mucha pena”, añadió.
La mujer explicó que el hombre que había matado a su hijo, en una de sus cartas le contó de cómo había sido su vida en la infancia, cómo se había metido en las drogas y el alcohol.
«Decía que toda la culpa había sido de él y que pedía humildemente perdón por la desgracia, si pudiera volver la marcha atrás lo haría”, contó la madre a elPeriódico.
Sin embargo, reconoció que en un momento no le sirvió de gran cosa conocer el pasado difícil de Mauricio.
«Ni un millón de cartas me habrían quitado lo que tenía encima», reconoce. «El dolor es el dolor y el daño ya estaba hecho. Pero sí me sirvió saber que le pesa de verdad lo que hizo”, reconoció.
La mujer indica que tenía miedo de encontrarse con el asesino. “Ahora sé que podría asumirlo. De todas formas, creo que he podido pasar por la mediación, porque había pasado un tiempo desde la muerte de mi hijo», refirió.
El próximo paso es el encuentro; entre Mauricio y la madre de la víctima.
La mujer ha decidido que, por el momento, prefiere no hacerlo. «No sé si sería bueno o malo para mí y, como no lo tengo claro, prefiero no arriesgarme», mencionó.
“Estos son designios de Dios, y los acepto, me duele mucho la pérdida de mi hijo, pero tengo resignación; quizás el Señor lo tenía guardado para otras cosas, mandar un mensaje a toda la comunidad y a estas personas que tienen armas de manera insegura”, dijo.
La víctima de este hecho cursaba el primer año de la Carrera de Derecho, jugaba fútbol en la asociación y tenía un año de haber llegado a la ciudad, tras vivir en Bermejo.
La madre del joven asesinado, relató entre lágrimas que para los miembros de su familia fue difícil aceptar su decisión de perdonar al asesino, particularmente para la esposa, quien fue la primero en ver al joven en el hospital en la sala de terapia intensiva.
«No le gustó para nada», dice. «Tuvimos una relación tensa durante años, pero poco a poco fue aceptando”, acotó. (eP).
Criminalidad en Bolivia creció un 70%
Bolivia no está entre los países más violentos de la región, pero su tasa anual de criminalidad, medida en cantidad de homicidios por cada 100000 habitantes, ha crecido un 70% en los últimos 10 años.
La tasa para 2015 es de 10,8/100.000. Esto representa un aumento de un 71% con respecto a 2006, cuando la tasa era de 6,28.
La tasa latinoamericana alcanza los 27 dígitos, la sudamericana, 20 puntos y hay países, como El Salvador, que tienen la peor tasa de criminalidad del mundo: 103 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Pero también hay países que están mejor. Argentina, Paraguay, Ecuador y Perú están respectivamente por encima de Bolivia. Ecuador, en cuatro años redujo a un tercio su índice de criminalidad.