En medio del «escándalo» y la viral respuesta de la gente rechazando el mástil, el jueves que pasó el alcalde Rodrigo Paz «recién se acordó» de los vecinos y dirigentes y convocó a algunos a una reunión para explicarles en qué consiste el proyecto…, lo que demuestra que éstos no fueron tomados en cuenta oportunamente, que ni siquiera les preguntaron si estaban de acuerdo o no con esta obra, que no fueron ellos los que pidieron el mástil ni la rotonda (recordemos que lo que se le pidió a Paz es terminar el hospital de segundo nivel y construir dos centros de salud y les dijo que no habían recursos, según mencionaron los dirigentes del distrito 7). Además, se licitó, adjudicó y comenzó a ejecutar sin haberlos tomado en cuenta, ellos ni sabían lo que se hacia en la rotonda. ¿ por qué entonces los vecinos no fueron importantes para el alcalde y de repente, ahora si? ¿ pensó que no se darían cuenta o que nadie diría nada?, ¿creyó que podía disponer de Bs. 4,6 millones sin que nadie le pregunte o cuestione?… ¿ por qué insiste tanto con esta obra cuando el pueblo está en contra? , ¿ qué hay de por medio que hace que Paz vaya en contra del sentir de la gente?.
Es probable que el alcalde se salga con su gusto pero lo seguro es que el pueblo no se lo perdonará y ese mástil será su carga más pesada, que se la recordarán por siempre y en cada elección como un monumento a la falta de priorización, planificación y a la insensibilidad en relación a cómo vive, qué necesita y qué quiere la gente. Ese mástil será el símbolo del divorcio entre la realidad de una autoridad como Paz y la realidad de un pueblo como Tarija, ambos viven y sienten de maneras muy diferentes, el detalle es que él fue elegido para escuchar y obedecer al pueblo administrando bien sus recursos, solucionando sus problemas y carencias de siempre, haciendo obras que mejoren su calidad de vida… no exactamente lo contrario… como ocurre ahora.