El agua aún sigue siendo la mayor preocupación no sólo en la ciudad de Tarija sino en el mundo entero, la incertidumbre sobre si habrá suficiente para todos es cada vez más grande, la depredación de nuestro ecosistema muestra ya sus duras consecuencias, nosotros no somos la excepción, ya sufrimos por su escasez y todavía no le damos a este problema la prioridad que merece.
Vecinos del distrito 7 de esta urbe anuncian ante los medios de comunicación que están consiguiendo agua de cisternas, que hasta se la tiene que comprar, que hay 7 barrios que no cuentan con el líquido elemento… y no estamos en La Paz o en esa Cochabamba de agobiante necesidad, estamos en Tarija, la que se anunció como la ciudad donde ya no sucedía esto, donde no faltaba el agua… que triste es darnos cuenta que hay autoridades que no sienten lo que siente la gente del pueblo, aquellos con recursos muy limitados y que se ven obligados a tener que padecer un sin número de limitaciones y estar bajo quienes ni entienden lo que les hace falta.
¿Podemos creer que cualquiera de estas personas que compra agua o la consigue en cisternas, prefiere un proyecto de casi Bs. 90 millones que nada tiene que ver con la solución de su problema, a que realmente atiendan su requerimiento?, ¿cómo podrá tomar aquel vecino el hecho de que se gasten millones en maquinaria pesada antes de llevarle agua hasta su casa?, no sentir que se están tomando malas decisiones es divorciarse de las auténticas necesidades de la gente que menos tiene, no hay explicación ni argumento válido ante realidades tan crudas como esta, puede faltar todo menos el agua, porque simplemente es indispensable para vivir, al punto que hay quienes deben pagar por ella para seguir viviendo.
Esta noticia seguro se conocerá a nivel nacional y muchos descubrirán la verdadera realidad de Tarija, la que pensaban había superado este flagelo, la que casi había conseguido limar la brecha en la prestación de servicios básicos. Se sabrá la verdad, que estamos lejos de que no nos falte el agua, que no basta que vayan a contar esta historia a otros lados y que mas bien se debe venir a preguntar en los barrios, no por decir que ya no falta dejará de escasear, en un tema tan sensible el discurso debe dejarse de lado y poner por delante la acción.