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(elPeriódico-Agosto10/2017)

La dueña del vehículo puso a trabajar  su motorizado como taxi sin darse cuenta en las manos de quiénes lo estaba dejando.

Los delincuentes habrían realizado una serie de asaltos en este vehículo,  en el último,  intentaron violar a una joven de 22 años.

En las investigaciones que realiza la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen y personal de la estación policial de Senac,  encontraron en el automóvil objetos que serían robados.

El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), mayor Eduardo Huallpara, informó que realizan las investigaciones para aprehender a dos sospechosos de atracos, quienes utilizaban un vehículo que está actualmente secuestrado por la Policía.

En la requisa, los investigadores con su personal de laboratorio encontraron objetos robados a diferentes víctimas.

“El motorizado lo usaron en otros robos,  la dueña no sabía nada, la familia del chofer se puso reacia y a la defensiva”, informó el director de la FELCC.

Huallpara refirió que los familiares de la propietaria del vehículo, intentaron impedir el secuestro del motorizado. Los policías encontraron al interior del auto: un teléfono celular, dinero en efectivo, un carnet de identidad de una persona ajena a la propietaria, el arete de la víctima  y otros objetos que están en calidad de pruebas.

Las investigaciones continúan,  tomando en cuenta que el primer sospechoso es el chofer del automóvil secuestrado en Méndez Arcos  a la altura del colegio Juan Pablo II.  El segundo autor también está identificado. Ambos se encuentran prófugos, por lo que la Policía activó un operativo.

En este caso, los delincuentes aprovecharon que la víctima pensó que el vehículo era un taxi. Cuando subió al auto, uno de los atracadores que estaba escondido en el asiento de atrás, cubrió el rostro de la joven con un pedazo de tela,  amenazándola  con violarla.

Ambos hombres le robaron su cartera en la que  tenía más de Bs 300, su teléfono celular y sus documentos personales.

Esos sujetos habrían cometido robos similares, el modus operandi era que uno de los delincuentes se escondía en el asiento de la parte trasera del motorizado. El chofer buscaba trabajo como taxista para cometer estas fechorías. (eP).