Muchos se ha dicho y escrito sobre el rol de la Asamblea Legislativa Departamental en el proceso de desarrollo de Tarija en el marco de un modelo autonómico, claro que es producto directo del mismo y debería servir para fortalecerlo, para consolidarlo, lamentablemente quienes han fungido como asambleístas los primeros años le han hecho un flaco favor a la autonomía en si, no cabe la disculpa de que era la primera experiencia y se estaba aprendiendo, eso se entendería tal vez para los métodos y formas de funcionamiento de este ente pero no para las irresponsabilidades y actitudes negativas que se han visto. Aún así, creemos que no es posible pensar en autonomía sin un escenario de legislación propia, fiscalización y gestión, mas allá de que nos guste o no, de que nos parezca o no.
Todo el desbarajuste financiero que se revela en nuestra Gobernación al mismo tiempo desnuda el incumplimiento por parte de los asambleístas que deberían haber fiscalizado la administración de los recursos públicos, de manera general y en cada una de sus regiones o provincias. Las denuncias de mayor calibre justamente se las hace en contra de los ex ejecutivos Seccionales que habrían gastado grandes cantidades de dinero en obras sobredimesionadas e innecesarias o no prioritarias, sin ningún plan que guíe y justifique cada proyecto, repitiendose en cada lugar y dilapidando así las regalías por no canalizar un sólo proyecto de desarrollo. Ahí fallaron nuestros asambleístas que se enfrascaron en sus peleas intestinas olvidando el mandato popular y frente a sus narices desfilaron los millones sin que nadie haya hecho nada.
A pesar de los números actuales, para un Departamento que se embriagó con tanto y no hizo nada, parecería que es poco para poder despegar. Aquí se pone a prueba a quienes administran coyunturalmente lo nuestro porque deberán priorizar y ajustar con imaginación y paciencia lo que nos hace falta y también a los asambleístas que tienen que demostrar que son un importante motor para Tarija y que pueden ayudar a empujar el futuro.