La disputa entre Óscar Montes y Rodrigo Paz continúa, el ex alcalde insiste en que no es necesario que el municipio se endeude para ejecutar obras, el actual burgomaestre parece seguir adelante con la intención de conseguir Bs. 300 millones a través de la emisión de bonos que tendría 10 años a esta institución en números complejos. Montes dice que Paz tendrá más dinero que en la mejor de sus tres gestiones y ese sería el argumento para rechazar cualquier crédito futuro que, además, aún no tiene destino claro y cierto, es decir, en qué se gastará semejante cantidad de dinero.
Según la ex autoridad, las cifras reveladas fueron obtenidas de fuentes oficiales del gobierno nacional y coinciden con las reveladas por el secretario ejecutivo de la comuna, Diego Ávila, quien calificó de mentirosas las afirmaciones de Montes y anunció que sus 15 años de alcalde serian auditados, recordemos que Ávila también fue su Oficial Mayor Administrativo y Financiero y seguramente firmó muchos cheques y participó en numerosos procesos de contratación, así como varios de los actuales secretarios de Paz, que también trabajaron con el ex alcalde. Lo que abre la duda sobre cómo se hará esa auditoría con algunos jugando a ser juez y parte.
El reclamo de la ex autoridad es que su predecesor no presentó hasta ahora ni una sola obra propia, mas que las que ya se dejaron, muchas de las cuales tardaron en ser inauguradas y otras tantas, utilizadas en beneficio ciudadano. Los números mostrados por Óscar Montes asustan pues si son fidedignos, puede estarse llevando al municipio a un punto crítico y el próximo alcalde tendrá una gestión hipotecada, comprometida porque el actual no es claro con la información sobre el destino de esos recursos.
Sin lugar a dudas hay un motor político que mueve la cuna en este caso y es el propio Montes quien se lamenta de haber apalancado la candidatura de Paz hacia la alcaldía, asegura que hay quienes le reclaman, lo retan y «putean» por lo que considera un error mayúsculo. Mientras tanto, Rodrigo Paz no dice nada, no confirma ni rechaza, hace que otras autoridades comunales hablen por él.
Más allá de esta pelea política, queda claro que se debe transparentar la información sobre las finanzas municipales, explicar qué proyectos se quiere encarar con los Bs.. 300 millones y las condiciones de la deuda (plazos de pago, tiempo del crédito, intereses o su costo financiero, porque si estamos en crisis como tanto se repite, puede surgir alguien extremo en el ahorro y mejor distribuidor de lo poco que se tiene.